Una mujer de 64 años fue detenida el pasado fin de semana en Palma por conducir ebria y enfrentarse a los agentes, que la interceptaron tras una breve persecución. La acusada, que dio una tasa de alcoholemia cuatro veces superior a la máxima permitida, increpó a los policías y golpeó el coche patrulla. Otro conductor ebrio fue arrestado tras provocar un accidente en el que una mujer resultó herida.

El pasado sábado la base del 092 recibió varias llamadas que informaban de que un coche circulaba por la barriada de es Molinar en dirección al centro de Palma de forma extraña, por lo que una patrulla se dirigió hacia la zona en busca del vehículo sospechoso.

Los agentes no tardaron en dar con él. Era un Toyota Yaris detenido en un semáforo y que pese a tener luz verde para avanzar no se movía. Los policías pararon a su lado y preguntaron a la mujer que iba al volante si tenía algún problema. Aunque la conductora dijo que no y aseguró que estaba llegando a su casa, los agentes sospecharon que estaba ebria, por lo que le pidieron que bajara del coche.

La mujer no solo se negó, sino que arrancó y trató de escapar. Sin embargo, el coche patrulla logró interceptarla, cruzándose en su camino tras una breve persecución. La reacción de la conductora fue airada. Aunque los agentes consiguieron que se apeara, la acusada comenzó entonces a insultarles a gritos e incluso propinó varios golpes contra el vehículo policial.

La mujer fue reducida y sometida a un control de alcoholemia cuyos resultados confirmaron las sospechas de los agentes. Según la prueba conducía con una tasa de 1,1 miligramo de alcohol por litro de aire espirado, cuando el máximo permitido es 0,25. Así, quedó detenida por un delito contra la seguridad vial y otro de resistencia.

Por otra parte, un alemán de 54 años fue arrestado el pasado jueves por causar un accidente, en el que una mujer resultó herida, cuando circulaba ebrio por Palma. El hombre conducía por la confluencia de la calle Rubén Darío con la avenida de Portugal, cuando colisionó por alcance contra el turismo que le precedía, que estaba parado.

Cuando la Policía Local llegó al lugar comprobó que el conductor que había causado el siniestro presentaba síntomas claros de haber consumido bebidas alcohólicas. Los agentes lo sometieron a un control, que arrojó un resultado de 1,26 miligramos por litro, cinco veces más que el máximo legal. El acusado confesó que había bebido varias cervezas y fue detenido. Mientras tanto, la conductora del vehículo contra el que se estrelló fue trasladada a una clínica, ya que se quejaba de un fuerte dolor en las cervicales.

Durante el fin de semana, la Guardia Civil ha detenido en Mallorca a siete personas por conducir ebrias y ha denunciado a otras 67 en las 1.061 pruebas de alcoholemias realizadas.