El visionado del vídeo pedófilo que circulaba en foros herméticos de pederastas en Internet y que fue analizado por la Policía Nacional dejaba claro que los abusos habían tenido lugar en un domicilio, pero también dentro de un barco. Los agentes se volcaron en las gestiones para tratar de localizar la nave y a su dueño. Al final, los investigadores dieron con un velero de altura, propiedad del detenido, pero se comprobó que las características del camarote no coincidían con las que aparecían en las grabaciones. Poco después, la Policía averiguó que el sospechoso había tenido otra embarcación, un yate de recreo de la marca Fairline, con el que surcaba las aguas del Port d´Alcúdia y que se convirtió en el barco de los horrores en 2008.

El detenido había cambiado de domicilio y de trabajo en los últimos años, lo que dificultó las pesquisas. Se movía por varios clubs náuticos de la isla y estaba montando una empresa ´call center´. En Alemania, tenía antecedentes por estafa y en España había sido investigado en una operación policial por tenencia de pornografía infantil. También ofreció donar su semen en varios foros de la Red.