El fiscal solicitará en el juicio que se celebrará la semana próxima en Eivissa el pago de 640.000 euros en concepto de indemnizaciones para Tomás A. R., conocido como El Brujo, además de 138 años de cárcel por abusar sexualmente de trece menores. El representante del Ministerio Público pedirá 34 años de cárcel y el pago de parte de las indemnizaciones para Alberto C. C., acusado de abusar de seis de las niñas.

El juicio se celebrará entre los próximos 22 y 26 de noviembre, en una sala especial solicitada por el Tribunal Superior de Justicia de Balears. Aparte del Ministerio Público, en el caso se han personado cinco acusaciones particulares. Está prevista la comparecencia de más de 60 testigos, 27 de ellos citados por el fiscal Antonio Torres Tur, encargado de la causa. Destaca el testimonio de las trece mujeres a las que supuestamente violó El Brujo. Además, el fiscal ha citado a seis médicos forenses, dos de ellos del Instituto Anatómico Forense de Eivissa, y cuatro que se desplazarán desde Valencia, donde supuestamente también cometió abusos Tomás A. R., natural de Albacete y de 55 años de edad. Asimismo, Torres ha pedido la comparecencia en la vista oral de dos médicos psiquiatras, cinco psicólogos forenses y dos psicólogas, una del Centro de Asistencia a las Víctimas de Agresiones Sexuales.

Tomás A. R. (que no tiene antecedentes penales) consiguió mantener relaciones sexuales con trece menores de edad entre 1995 y 2006 en Eivissa y Valencia, algunas con relaciones familiares entre ellas, ya que varias eran hermanas y primas, según se explica en el escrito de acusación del ministerio público.

El Brujo se aprovechó, según el fiscal, de la inmadurez y falta de experiencia de estas mujeres y se hizo pasar por una persona dotada de "facultades y condiciones paranormales".

Él mismo se hacía llamar El Brujo, ya que simulaba poseer dotes de adivino, psicólogo, mentalista, curandero, sanador y terapeuta. Se ganaba la confianza de las menores poco a poco, con falsas promesas, regalos y estableciendo un pacto de silencio con amenazas veladas. Además, Tomás A. R. llegó a trabar amistad con varias familias de las menores.