La Fiscalía pide 138 años de cárcel para un hombre de 55 años por abusar sexualmente en Ibiza y Valencia de trece menores haciéndose pasar por adivino, así como 34 años para otro hombre por participar en algunos de estos abusos.

El juicio contra Tomás A.R., apodado 'el Brujo', y contra Alberto C.C. se celebrará a partir del próximo lunes y durante cinco días en Ibiza, adonde se desplazará la Sección de Refuerzo de la Audiencia de Palma, ha informado hoy el Tribunal Superior de Justicia en un comunicado.

Según el escrito de acusación del fiscal, los hechos se produjeron entre los años 1995 y 2006, cuando el hombre supuestamente se aprovechó de la inmadurez de las menores, a las que llegaba a sacar 35 años de edad, y las captó prometiéndoles ayuda para desarrollar su personalidad y relacionarse mejor con los demás.

Para ello, Tomás A.R. se hacía pasar por persona con facultades paranormales y simulaba tener dotes de "adivino, psicólogo, mentalista, curandero, sanador o terapeuta", indica el escrito.

Además, el hombre se rodeaba de personas conocidas del mundo del deporte, lo que le confería "una apariencia de seriedad y rigor absolutamente alejada de la realidad, entablaba amistad y conseguía obtener la confianza de las menores" y, en ocasiones, de los propios padres.

El acusado invitaba a las menores a restaurantes y les hacía pequeños obsequios, con el objetivo de hacerlas creer en él como la persona que podía conseguir que su vida fuera exitosa.

La única finalidad del encausado, afirma el escrito, era mantener relaciones sexuales con las menores, a las que amenazaba con males futuros para ellas o sus familias si no seguía sus consejos y las sometía a un "pacto de silencio" sobre sus actividades.

En la mayoría de los casos captaba a menores que pasaban por un mal momento emocional, como es el caso de una chica de 15 años que, según relata el fiscal, sufría anorexia y había intentado suicidarse.

Estos abusos tenían lugar en hoteles de Ibiza, en coches y en el piso que el acusado tiene en Valencia.

El otro acusado, Alberto C.C., era un amigo de Tomás que fue partícipe de los abusos con seis de las menores, a las que Tomás mandaba tener relaciones con él bajo el pretexto de que era su discípulo.

A raíz de estos supuestos abusos, muchas de las menores padecen trastornos como depresión y ansiedad, problemas emocionales, de rendimiento y de sueño, así como baja autoestima y sentimiento de culpa.

Otras tienen dificultades para relacionarse con los demás y en sus relaciones de pareja, así como problemas de alimentación, irascibilidad y hostilidad.

Por estos hechos, la Fiscalía considera a "El Brujo" culpable de 19 delitos continuados de abuso sexual por los que pide entre cinco y catorce años de cárcel, así como al otro acusado responsable de otros seis delitos del mismo tipo.

Asimismo, reclama el pago de una indemnización de 570.000 euros a las 13 menores por los perjuicios morales y secuelas psicopatológicas, una cifra que en el caso del otro acusado asciende a 220.000 euros para las seis menores de las que supuestamente abusó.