Un altercado en el hospital materno infantil de Son Dureta provocó el pasado lunes una gran movilización policial, para intervenir en un incidente que protagonizó la familia de un bebé fallecido.

El suceso ocurrió el pasado lunes por la tarde. Una decena de personas se encontraba en el hospital esperando noticias sobre el estado de salud de un bebé que llevaba varios días ingresado en la UCI. El pequeño estaba muy grave y su estado fue empeorando hasta que falleció. Fue uno de los médicos el que tuvo que dar la triste noticia a los familiares del pequeño. Alguna de estas personas reaccionó con violencia y dirigió todas sus iras hacia el médico que había informado de la muerte. Según señalaron fuentes policiales, al menos uno de estos familiares llegó a zarandear al facultativo, no sin antes dedicarle toda clase de amenazas, que se extendieron hacia el resto de profesionales sanitarios que se encontraban en ese momento en el hospital.

Debido a la situación de violencia que estaban protagonizando estos familiares, desde el hospital se solicitó la presencia urgente de la Policía, ya que varios de los sanitarios temían que iban a ser agredidos. Primero llegaron varios vehículos "Z" al lugar de los hechos, pero debido a la situación que se estaba produciendo se solicitó el apoyo de las Unidades de Prevención y Reacción (UPR). Cuando estos agentes de refuerzo llegaron al hospital la situación ya se había tranquilizado.

Los familiares con los que se habló reconocieron que habían tenido una reacción violenta como consecuencia de la noticia de la muerte del pequeño, pero se mostraron arrepentidos por lo ocurrido. Reconocieron que pagaron su nerviosismo con el médico. Una vez controlada la situación la Policía se marchó del hospital.