La Guardia Civil abrió ayer una investigación para determinar las circunstancias de la muerte de un ciudadano británico de 52 años que apareció ayer sin vida en aguas del Club Náutico de Alcúdia. El cadáver no presentaba signos evidentes de violencia y las primeras hipótesis apuntaban a que pudo morir ahogado tras caer accidentalmente al agua cuando estaba ebrio.

Clive Graeme Cadwell, británico de 52 años, trabajaba como tripulante del yate Lady Ecosse, que se encuentra amarrado en el Club Náutico de Alcúdia. Su cuerpo sin vida fue descubierto sobre las dos de la tarde de ayer por otro de los tripulantes del mismo barco, cuando flotaba en el agua. De inmediato se dio aviso a la Guardia Civil y a Salvamento Marítimo, que se encargó de trasladar el cuerpo a tierra firme. El cuerpo fue finalmente rescatado sobre las cuatro y media de la tarde.

Agentes de la Policía Judicial de Pollença se encargaron de la investigación para determinar las causas de la muerte. Los guardias se entrevistaron con varios testigos, que afirmaron que Cadwell había estado bebiendo alcohol la noche anterior, y que podría estar ebrio cuando regresó al barco.

El cadáver no presentaba signos evidentes de violencia, por lo que inicialmente se pensaba que pudo caer al mar cuando intentó subir de nuevo al barco el lunes por la noche, y que falleció ahogado.

En cualquier caso, los investigadores estaban ayer a la espera de los resultados de la autopsia, que se le practicará previsiblemente hoy, y que deberá ser la que indique las causas exactas del fallecimiento.