La traductora marroquí Saida Saddouki ha sido condenada a pagar una multa de 900 euros por injuriar gravemente a un capitán de la Guardia Civil de la Comandancia de Palma, al que acusó de haberla llamado, entre otras cosas, "mora catalanista". Además de la multa, la mujer tendrá que indemnizar al perjudicado con 600 euros por los daños que ocasionó a su honor.

La juez se pronuncia sobre unos hechos ocurridos el día 27 de agosto de 2007. La mujer compareció en la sede de la Obra Cultural Balear y allí protagonizó una rueda de prensa. En esta convocatoria, "con conocimiento de su falsedad y ánimo de cercenar el crédito personal" del capitán de la Guardia Civil, denunció públicamente que el funcionario la había sometido a un trato vejatorio. Saida, que había sido contratada como traductora, contó que acudió al despacho del capitán para comunicarle una queja por el comportamiento del agente que custodiaba el acceso a la Comandancia. Según la mujer, el capitán le dijo "a mí me parece vergonzoso que seas de otro país y defiendas un idioma que ni siquiera existe, porque unos se lo han inventado y, encima, vienes tú a defenderlo. Lo que me faltaba, una mora catalanista. Quieres el catalán, pues quédate con él. Sabes que aquí, en esta casa, no hay otra cosa que odiemos tanto como este maldito idioma y posturas como la tuyas".

Estas palabras que la traductora atribuyó al capitán fueron publicadas en un periódico local y provocaron una campaña de desprestigio en su contra. También motivaron que el delegado del Gobierno, sin comprobar si dichas manifestaciones se habían hecho en algún momento, presentó sus excusas a Saida y también obligaron al ministro del Interior a responder a una pregunta parlamentaria.

La juez mantiene, tras valorar la declaración del capitán y de varios de los testigos, que no se ha demostrado que estas manifestaciones atribuidas al funcionario policial en ningún momento se realizaran. Descarta la magistrada que las declaraciones de Saida puedan ampararse en su derecho a la libertad de expresión, y le recuerda a la acusada que al convocar la rueda de prensa, para explicar unos hechos inciertos, sabía la repercusión que tendrían sus palabras.