El Govern balear sacó ayer "tarjeta roja" a la violencia machista en un acto celebrado a las puertas del Consolat de la Mar, sede del Ejecutivo, donde el presidente, Francesc Antich, expresó su rechazo a "esta lacra" tras la segunda muerte de este tipo en Mallorca en 2010.

Todos los consellers del Ejecutivo autonómico se sumaron a la campaña nacional para denunciar la violencia machista en un acto en el que mostraron públicamente una tarjeta roja para mostrar el rechazo social hacia los maltratadores y en la que guardaron un minuto de silencio. El mandatario hizo público su pésame a la familia de esta mujer y realizó un llamamiento para que todas las instituciones sumen sus esfuerzos para trabajar contra esta "lacra social".

Antich pidió la implicación de "todos" –entidades, asociaciones, cada ciudadano– y que cuelguen en sus páginas webs esta iniciativa de la tarjeta roja presentada por el Ministerio de Igualdad en marzo.

También estuvo presente en el acto el delegado del Gobierno, Ramon Socías, quien declaró que este nuevo caso es "intolerable" y que "no hay más remedio" que ser contundentes y que la sociedad saque esta tarjeta a todos los maltratadores. "No podemos consentir que una sociedad civilizada como la española albergue en ella a aquellos que son capaces de maltratar a otras personas que están en inferioridad de condiciones porque son más débiles; las mujeres en este caso".