"Consternación", "sorpresa", "indignación" y "malestar" causó en la alcaldesa de Vilafamés, Luisa Oliver, la noticia de la detención del cura párroco de la Asunción de Nuestra Señora, Rafael Sansó Riera, por presunto delito de posesión de imágenes pedófilas. "La noticia ha sido un mazazo", afirmó la alcaldesa de esta localidad de 2.000 habitantes, que destaca que ha generado malestar y preocupación debido al enraizamiento del párroco en la sociedad local y su implicación en actividades culturales.

Rafael Sansó llevaba tres lustros años dirigiendo la comunidad parroquial y en ese tiempo se había ganado la simpatía y el apoyo de sus feligreses. Tiempo en el que "nunca habíamos tenido noticia, ni la más mínima sobre este tema tan asqueroso y repugnante". Por ello, recalca que "si se demuestra que es culpable del hecho que se le imputa, debe pagarlo. Pero eso depende de la Justicia". El sacerdote era una persona querida, que se mostraba, apunta la alcaldesa, dispuesto siempre a colaborar, de forma entusiasta, en cualquier proyecto vinculado al ámbito cultural.