No fue un accidente. Las pesquisas sobre el atropello mortal ocurrido anteayer en Pollença han llevado a la Guardia Civil a concluir que Miguel Ll.V., de 86 años, arrolló de forma intencionada a su ex mujer, Anne Wanjiru Mureithi, que hoy cumpliría 50. Los investigadores creen que el hombre sufrió un arrebato durante una fuerte discusión con la víctima y no pudo controlar su reacción. La autopsia reveló ayer que el coche pasó por encima de la mujer y la arrastró algunos metros.

El acusado explicó a los investigadores que el martes por la mañana fue al chalé de la calle Guillem Cerdà Cànaves, del que se había marchado hace dos meses por sus problemas con la mujer pese a ser el propietario. Su intención era llevarse un busto propiedad de su hermana, fallecida hace unas semanas. Según el hombre, durante su visita a la casa se inició una fuerte discusión con su ex pareja, que se negaba a que se llevara este objeto y llegó a ponerse delante del coche cuando él se marchaba y, sin querer, arrancó. Así, el sospechoso insiste en que arrolló a la víctima de forma accidental.

La Policía Judicial de la Guardia Civil examinó durante toda la jornada del martes tanto el escenario del crimen como el turismo. Las pruebas recabadas les han llevado a descartar la versión del detenido y concluir que arrolló a su ex mujer de forma intencionada. Aun así, los investigadores sospechan que sufrió un arrebato durante la pelea con la víctima y que no supo controlar su reacción. Miquel Ll.V. fue sometido a un reconocimiento médico en dependencias de la Guardia Civil, que confirmó que está lúcido y no presenta síntomas de tener sus capacidades mermadas. Estaba previsto que hoy por la mañana sea puesto a disposición judicial en Inca.

La autopsia practicada ayer al cadáver de Anne Wanjiru en el Instituto Anatómico Forense reveló que la causa de su muerte fue una hemorragia interna. El médico que examinó el cuerpo concluyó que el coche le pasó por encima y la arrastró algunos metros, lo que le provocó fracturas en varias costillas y en la pelvis, así como una erosión en el cuero cabelludo.

Fue el propio acusado quien, tras el atropello, llevó a la mujer hasta el centro médico de Pollença en su propio turismo pasadas las nueve de la mañana. Los facultativos descubrieron que la mujer estaba todavía viva y le practicaron maniobras de reanimación durante media hora, mientras una ambulancia acudía al PAC para trasladarla.

Sin embargo, la mujer falleció allí mismo, donde la Guardia Civil detuvo al acusado. La pareja estaba en trámites de separación. Ella fue detenida hace 11 años por apuñalar a su marido y él la denunció hace un tiempo por amenazas y acoso.