Inquietante la situación que sufre una joven de Palma, que recientemente denunció ante la Policía que se siente acosada por un ex novio, con el que estuvo saliendo unos cuatro meses y con el que rompió hace tiempo. Según explicó la denunciante, pese a que su ex tiene otra novia, cuando la ve se detiene a observarla e incluso, acompañado por su actual pareja, ha detenido el coche en mitad de la calle mientras le decía a la otra: "Déjame que la mire". Cuenta que la novia actual ha modificado su aspecto para parecerse más a ella. Pero la gota que colmó el vaso es que ha llegado a mantener relaciones sexuales con una mujer en la puerta de la casa de su ex novia mientras gritaba el nombre de ella. Parece ser que le oyeron los vecinos de toda la escalera.

Ladrones a destajo. Hay veces en que la faena se acumula. La Policía Nacional de Palma arrestó a cinco personas en la madrugada del pasado día 30 por robos en el interior de coches aparcados. El problema es que fueron detectados prácticamente a la misma hora, sobre las dos y cuarto, en la barriada de la Soledad y en la calle Joan Miró. Así que las patrullas en servicio tuvieron que ir pitando a los dos puntos. En la Soledad fueron sorprendidos tres chicos, de 17 y 18 años, que habían forzado al menos dos coches y una furgoneta. Los de la calle Joan Miró estaban mejor organizados. Eran también tres ladrones, pero uno de ellos conducía un coche mientras los otros dos iban forzando los vehículos aparcados y cargando los efectos que sustraían. Una máquina de afanar casi perfecta. Los dos que iban a pie fueron arrestados allí mismo por la patrulla policial, mientras que el conductor fue localizado poco después. Llevaba el maletero repleto de efectos sustraídos, entre ellos varias bandejas traseras con altavoces.

Operarios sospechosos. Durante una medianoche del pasado fin de semana la Policía recibió varias llamadas de alerta sobre unos tíos sospechosos que estaban excavando en plena calle de sa Vileta. Primero saltó la alarma de un banco, luego un vecino alertó de que había un hombre picando frente a un comercio. Las dotaciones policiales que acudieron al lugar comprobaron que se trataba de operarios de Emaya que estaban de reparaciones. Ya podrían haber avisado.

Cosas de la crisis. El mismo sábado, la Policía fue requerida en una gasolinera de Palma, donde dicen que una persona se niega a pagar el combustible. La dotación policial que acude al lugar se entrevista con el joven que acaba de repostar, que les explica que no es que no quiera pagar, sino que él había pedido que le pusieran diez euros de gasolina, que el empleado le ha echado más por error, y que él llevaba los diez euricos justos, ni un céntimo más. El incidente se soluciona con la propuesta de los agentes, de que deje el carné en la gasolinera mientras va a por el dinero que le falta.

Alarmistas. En la madrugada del pasado domingo, un coche zeta de la Policía acude con urgencia a un domicilio. Han recibido un aviso de un vecino que dice que oye una fuerte discusión en una vivienda cercana. Cuando los agentes llaman a la casa en cuestión, se encuentran con una mujer que está sola en casa y tan tranquila. Les cuenta que estaba hablando por teléfono y ha tenido que gritar un poco, pero que ni siquiera estaba discutiendo con su interlocutor.

Querubín. Un vecino de la barriada de es Camp Redó avisa a la Policía el domingo. Tiene agarrado a un bergante de 14 años que se dedicaba a tirar huevos desde la calle hacia su piso, con tan buena puntería que dos de ellos se han colado por la ventana y han impactado contra un sofá y el televisor. Le debieron entrar ganas de hacérselo limpiar con la lengua.

Lapidario. El abogado de un hombre acusado de violar a una menor en Palma dejó durante el juicio, el pasado martes, una frase lapidaria, en referencia a la crudeza del informe realizado por la Policía: "Desde que estuve en África con la Legión no leía un atestado tan bárbaro".

"Se tiene que salvar". Esa misma tarde, el rescate de una mujer que se arrojó al mar en el Paseo Marítimo de Palma concentró un gran operativo de emergencia en la zona. La mujer se tiró al mar, nadó unos 25 metros y trató de hundirse intencionadamente. La acción fue presenciada por dos jóvenes australianos, que se lanzaron en su auxilio y la sacaron del agua, ya en muy mal estado. Las primeras dotaciones de la Policía iniciaron la reanimación, a la que se unió enseguida un médico que pasaba por allí. Y luego la dotación de una ambulancia, que la continuó reanimando durante casi una hora. Fue trasladada a Son Dureta en estado crítico. Una policía resumía así el sentimiento de los que intervinieron: "Con todo lo que nos ha costado, se tiene que salvar".

Soluciones ciudadanas. En la inmediaciones de la Jefatura de Policía de Palma hay un Mini, intervenido por el Grupo de Delitos Económicos, que lleva unos seis meses aparcado en una zona de carga y descarga. Esta semana, algún vecino harto colocó un cartel con su particular propuesta: "Soluciones ciudadanas. Los coches intervenidos aparcarlos en la calle del domicilio de la alcaldesa. Problema resuelto".

Un calcetín y unos calzoncillos. Curiosa querencia la de ciertos narcos por la ropa interior. La pasada semana agentes de la Policía Nacional de Manacor detectan un coche sospechoso en la carretera de Calas de Mallorca. Cuando los policías le dan el alto ven que arrojan algo por la ventanilla. Resultó ser un calcetín gris oscuro, con diez papelinas de cocaína en su interior. Y esta semana la Guardia Civil arrestó en el aeropuerto de Barcelona a un joven que llevaba 1,2 kilos de cocaína ocultos en parte en un doble fondo cosido con primor en sus calzoncillos. Con ese paquete debía de caminar igual que John Wayne.

Desamor en Cala Romántica. Agentes de la Unidad Territorial de Costas (UTC) de Porto Cristo tuvieron que intervenir en la madrugada del pasado sábado en un hotel de Cala Romántica, donde se había registrado un caso de violencia doméstica. Un turista francés presuntamente había golpeado a su mujer, que presentaba heridas en la nariz e hinchazón en los ojos.