Alejandro de Abarca, presunto asesino de Ana Niculai, quien el pasado 19 de julio fue hallada calcinada en el interior de un maletero en la localidad mallorquina de Muro, se ha sometido a una prueba de tóxicos dirigida a determinar si consumó sustancias estupefacientes antes de acabar con la vida de la joven rumana, y de cuyo resultado podría valerse su defensa para solicitar la atenuante de drogadicción.

Según han informado fuentes jurídicas a Europa Press, el imputado se ha sometido en los Juzgados de Inca, a petición de su letrado, a un análisis capilar debido a que su cabello podría retener restos de estupefacientes del organismo -que se mantienen en el pelo pese al paso de los meses-, aunque será más adelante cuando el médico forense que lo ha atendido dé a conocer el resultado que arroje la exploración. Mientras tanto, el encausado, conocido como 'el enano', se ha acogido a su derecho de no declarar ante el juez que le había citado.

Por ahora, restan algunas diligencias para que finalice la instrucción del caso y el juez pueda dictar auto para transformar la causa a procedimiento de jurado. Así, se ha solicitado una nueva testifical mientras que también están pendientes los resultados de un análisis para averiguar si además se produjo un delito sexual, así como del informe de la policía científica acerca de la inspección ocular llevada a cabo en los lugares donde se produjeron los hechos.

De Abarca confesó, tras ser detenido y pese a que en un primer momento negó su vinculación con el suceso, que mató a Niculai con una inyección de heroína. El imputado aseguró que su única intención era robar el vehículo de la joven para ir hasta Son Banya a por droga, tras lo cual también él se inyectó heroína y 'speed'. Relató que la maniató, la golpeó por detrás y con una mordaza la introdujo en el maletero, donde fue hallada calcinada. Todo apunta a que la muerte se produjo por un fuerte golpe en la cabeza, asfixia, un golpe de calor así como por los efectos de la combustión.

Niculai fue secuestrada la mañana del pasado día 19 de julio cuando se disponía a salir del garaje en el que guardaba su vehículo para acudir a su lugar de trabajo, un bar que regentaba, junto a una socia, en la calle Socorro de Palma. Nunca llegó al establecimiento. 'El enano' se dio a la fuga hasta ser arrestado una semana después del rapto, búsqueda que generó una gran expectación y supuso un ampplio despliegue policial.