Un hombre se enfrenta a dos años y medio de prisión por haber pagado a chicas menores de edad para que mantuvieran relaciones sexuales con él en Palma. El sospechoso, que ha sido detenido en tres ocasiones por delitos sexuales, utilizó a otra adolescente, a la que según el fiscal entregó 80 euros, para que captara a sus víctimas.

Los hechos, según el relato de la fiscalía, ocurrieron durante el verano de 2007. El acusado contactó con una menor de edad a la que ofreció una compensación económica para que hiciera correr la voz de que estaba dispuesto a pagar a chicas a cambio de sexo.

El anuncio dio sus frutos y el hombre, siempre según el ministerio público, conoció así a dos adolescentes de 15 y 16 años con las que mantuvo relaciones sexuales. Aunque el fiscal no precisa las cantidades que recibieron las menores, la Policía apuntó tras la detención e ingreso en prisión del acusado que oscilaban entre los 200 y los 300 euros, mientras que la intermediaria habría recibido unos 80.

La fiscalía imputa al hombre un delito de prostitución de menores y solicita para él una pena de dos años y medio de prisión y una multa. El juicio, que estaba previsto para principios de septiembre en un juzgado de lo penal de Palma, fue suspendido y aplazado hasta enero del año próximo.

El sospechoso ha sido detenido en tres ocasiones por delitos sexuales. En noviembre de 2008, la Policía lo arrestó por hechos muy similares por los que ahora se sentará en el banquillo. Según los investigadores, en aquella ocasión consiguió captar, con el mismo ´modus operandi´ a una decena de adolescentes de entre 14 y 17 años a las que pagó unos 200 euros por acostarse con él. La intermediaria, una menor que también fue arrestada por favorecimiento de la prostitución, recibía una compensación que rondaba los 150 euros por cada uno de los contactos que le consiguiera.

Cuatro años antes, en enero de 2004, la Policía lo detuvo por una agresión sexual a una mujer. Según las pesquisas, el hombre habría contratado a la víctima para que limpiara varios pisos de su propiedad en Palma. La mujer acudió a una de las viviendas para realizar el trabajo y se encontró allí con el sospechoso, que según la denunciante, la amenazó con un destornillador y la obligó a mantener relaciones sexuales.