La autopsia realizada al cadáver de Agustín González Martínez, el indigente de 61 años que apareció muerto hace tres semanas en el interior del local de la sala de fiestas es Fogueró, en el Port d´alcúdia, ha confirmado que el hombre fue asesinado de un golpe en la cabeza con un objeto contundente. La Guardia Civil, que durante los últimos días ha mantenido intensas pesquisas en el más completo hermetismo, ha estrechado el cerco sobre los presuntos responsables, que podrían ser detenidos en breve.

Agustín González Martínez, oriundo de Galicia, llevaba un tiempo viviendo en el interior de la antigua sala de fiestas es Fogueró, ubicada en el Port d´Alcúdia, junto a otros indigentes. Desde que la sala cerró las puertas al público en su interior se instalaron varias personas sin hogar, con el permiso de los propietarios. Varios vecinos de la zona explicaron que nunca han tenido problemas con estas personas, que no son conflictivas.

En la noche del pasado 16 de junio el cadáver de Agustín González fue descubierto en el interior del local, a los pies de unas escaleras, con un fuerte golpe en la cabeza.

De accidente a asesinato

Durante las primeras investigaciones, todos los indicios apuntaban a que la muerte se había debido a un accidente. A ello contribuyó también la versión de algunos de los indigentes que convivían con él en la sala de fiestas abandonada. Una de estas personas, cuyo habitáculo se encuentra muy cerca del lugar donde apareció el cuerpo, declaró que había oído un grito y un golpe, y que cuando se asomó solo vio a Agustín González inmóvil en el suelo.

Sin embargo, cuando dos días mas tarde se le practicó la autopsia al cadáver, la conclusión fue muy diferente. El cadáver no presentaba ninguna lesión en el cuerpo, como correspondería a una caída de estas caractarísticas por unas escaleras. Respectó al golpe en la cabeza que le había causado la muerte, el forense determinó que había sido provocado por un objeto contundente, como un martillo. El hombre había sido asesinado, y los autores habían preparado la escena para que pareciera un accidente.

Tras esta revelación, las gestiones de la Guardia Civil se precipitaron. Los agentes realizaron una detenida inspección ocular en el lugar donde apareció el cuerpo y se tomaron nuevas declaraciones a todas las personas que se encontraban en el interior del inmueble abandonado. En las pesquisas participaron expertos de Policía Científica, que reunieron restos microscópicos que han aportado luz al caso.

Todas estas pesquisas se han desarrollado en un hermetismo total, de manera que los investigadores han estrechado el cerco sobre los presuntos autores del crimen sin que ellos supieran siquiera que el forense había determinado que no se trataba de un accidente. Previsiblemente las primeras detenciones por el homicidio de Agustín González se producirán en breve.