Una violenta tormenta que descargó casi setenta litros de lluvia por metro cuadrado en apenas dos horas dejó Palma y una extensa zona de Mallorca sumida en el caos: un enorme colapso circulatorio, con semáforos fundidos y coches atrapados en calles donde se acumulaba casi un metro de agua; inundaciones en casas y comercios, en algunos casos con grandes pérdidas materiales; carreteras cortadas; desprendimientos y cortes de luz; y la estación de metro de Jacint Verdaguer cerrada durante una hora a causa de las goteras. Y todo ello con los servicios de emergencia completamente desbordados por la avalancha de peticiones de auxilio y duras críticas por las falta de limpieza de los alcantarillas. La tormenta provocó también que seis aviones que tuvieran que aterrizar en Palma fueran desviados a otros aeropuertos, y que varios trayectos marítimos salieran con retraso.

El hecho de que muchos imbornales quedaran taponados por basura y desperdicios provocó que las inundaciones se extendieran por toda Palma y otros municipios del centro y el norte de la isla, en especial Alcúdia y Can Picafort. Las previsiones ya habían anunciado que se podían producir precipitaciones localmente intensas, y durante toda la mañana la lluvia había caído de forma moderada, pero a partir de las tres de la tarde cayó un fuerte aguacero que superó la capacidad del alcantarillado de Palma. La tormenta barrió la isla de sur a norte, y durante las horas siguientes se extendieron los incidentes por una amplia franja central, desde Palma a Alcúdia.

Durante las primeras horas de la tarde Palma quedó sumida en el caos. Numerosos semáforos quedaron fuera de servicio y cientos de conductores se vieron atrapados en calles inundadas. En el Paseo Marítimo se acumuló una gran cantidad de agua, tanto a la altura de la Costa del Gas como frente a la estación marítima, lo que hacía imposible la circulación. Las incidencias se extendieron por toda Palma. El paso subterráneo de Son Oliva, bajo la Vía de Cintura, quedó inundado y tuvieron que cortarlo. En la barriada de La Soledad había varias calles inundadas y el agua se introdujo en todas las plantas bajas. Hubo también inundaciones en la zona de Gomila, s´Aigo Dolça y en la avenida Picasso. También resultó afectada la clínica Juaneda, con inundaciones en los bajos.

Los problemas se extendieron a s´Arenal. En la calle Mar Menor se hundió una acera, y el agua entró en el restaurante de un hotel. En la calle Marbella el agua llegaba hasta las rodillas. Decenas de comerciantes de la primera línea de s´Arenal, que sufrieron importantes pérdidas económicas por las inundaciones, se quejaban de que se habían producido porque los sumideros de la red de alcantarillado estaban sucios.

La Policía Local y los Bombers de Palma tuvieron que multiplicar sus esfuerzos para atender todas las demandas, aunque la gran cantidad de incidencias colapsó sus centralitas.

La central del 112 informó de que hasta las siete de la tarde había coordinado la asistencia en un total de 333 incidencias provocadas por la lluvia. La mayor parte de estos incidentes se referían a inundaciones de viviendas y comercios, con 203 casos; seguidos por inundaciones de calles, con 38 casos. El resto se refería a caída de muros, personas atrapadas, desbordamiento de torrentes, filtraciones de agua o problemas de tráfico.

Palma, con 130 incidencias, y Alcúdia, con 30, fueron los municipios más afectados.

La lluvia descargó con fuerza también en la zona norte de la isla, lo que provocó problemas en Sa Pobla, Alcúdia, Muro y Can Picafort. Una amplia zona de sa Pobla lindante con la Albufera quedó anegada, lo que obligó a la Policía Local y Bombers a desalojar al menos a tres familias. Los caminos que discurren por los alrededores de la zona humeda quedaron cortados. En Can Picafort se derrumbó el muro de un hotel y los cascotes provocaron daños en cuatro coches aparcados. La rotonda de Capellans tuvo que ser cortada, al igual que diversos caminos rurales. En estas localidades hubo numerosas plantas bajas y sótanos que quedaron inundados, en especial en los núcleos costeros.

La lluvia provocó también cortes de luz. Según confirmaron fuentes de GESA, el agua que se filtró en varios transformadores afectó a tres líneas de electricidad, la de Avenida Argentina, Sa Faixina y Son Canals, en Palma. En total unos 3.000 usuarios se vieron afectados por estos cortes de luz. En el resto de la isla hubo otros cortes que afectaron a otros 1.000 usuarios, pero en estos casos las averías fueron solventadas rápidamente.