El intenso aguacero afectó también al tráfico aéreo. Cuatro vuelos que tenían que aterrizar en el aeropuerto de Son Sant Joan durante la tormenta tuvieron que ser desviados a otros destinos por cuestiones de seguridad. Testigos presenciales explicaron que, cuando la lluvia caía con más fuerza, el agua cubría totalmente la pista de aterrizaje.

Fuentes del aeropuerto de Palma confirmaron que cuatro aviones, que tenían que aterrizar cuando el aguacero caía con más fuerza sobre la zona del aeropuerto, fueron desviados: dos a Reus, otro a Eivissa y otro a Maó. Los cuatro vuelos tomaron posteriormente tierra en los aeródromos alternativos sin que se produjeran incidentes.

La tormenta provocó además dos cancelaciones: una llegada desde Dusseldorf y una salida hacia Fráncfort.

Además hubo otros dieciséis vuelos que sufrieron retrasos a causa de las condiciones meteorológicas. De ellos, cinco eran llegadas nacionales, otros nueve salidas nacionales y los otros dos eran salidas internacionales.

Fuentes oficiales del aeropuerto de Son Sant Joan explicaron que el desvío de los vuelos se debió a que en ese momento el núcleo de la tormenta se encontraba sobre la zona del aeropuerto. Esta circunstancia se produjo a primera hora de la tarde, coincidiendo con las dos horas en las que cayó la lluvia con más intensidad.

Testigos presenciales relataron que durante este tiempo era tanta la lluvia que caía sobre la zona del aeropuerto que las pistas no se veían bajo la gran cantidad de agua acumulada.

A lo largo de la tarde se fue normalizando la situación y no se produjeron más incidencias reseñables en el resto de los 456 vuelos que había programados para la jornada de ayer.