Un individuo de 36 años de edad, llamado Carlos L.P., que estaba reclamado por varios juzgados y que ha ingresado en prisión, fue detenido por utilizar los servicios de un cerrajero para poder cometer un robo en una oficina inmobiliaria de Palma. El presunto ladrón se hizo pasar por el dueño del negocio y así logró convencer al técnico para que le abriera la puerta. El cerrajero, que no sabía que se trataba de un robo, acudió al día siguiente a la oficina a cobrar parte de su servicio de urgencia.

Los hechos, según explicó la Policía, ocurrieron el pasado mes de noviembre. Era un fin de semana y el cerrajero dispone de un servicio de urgencia. Recibió una llamada para que se personara en una determinada dirección. Allí le aguardaba un individuo que dijo que era el dueño del local. Le indicó que precisaba coger unos documentos porque ese día salía de viaje. Le pagó al cerrajero la mitad de sus servicios y le dijo que al día siguiente pasara por la oficina y le abonaría el resto. Le llamó la atención que el cliente no entrara de inmediato en el local con la excusa de que iba a saltar la alarma, y lo hiciera cuando ya se había ido.

En su ausencia, según la denuncia, se apoderó de varios teléfonos móviles, ordenadores, impresora, fax, boletos de lotería y 600 euros. El dueño del local descubrió el asalto al día siguiente. Mientras estaba preparando la denuncia entró un hombre en el negocio para cobrar una factura. Se trataba del cerrajero.

Se dio la circunstancia que una empleada conocía a la persona que había cometido el robo, ya que varias semanas antes le había prestado un ordenador personal y no lo se lo había devuelto.

La Policía, al investigar los hechos, concluyó que el cerrajero había actuado de buena fe y había sido engañado por el ladrón. Los agentes tenían identificado al sospechoso, que fue localizado el pasado martes en una gasolinera de Palma. Estaba en un coche con su novia. Al detectar a los policías, bajó el seguro del vehículo y se dio a la fuga. El coche había sido robado, según se comprobó más tarde, y tenía las placas de la matrícula cambiadas.

Localizado de nuevo

Dos días después la Policía logró localizarle de nuevo. Aunque intentó de nuevo huir, en esta ocasión no lo logró y fue detenido.

Los investigadores del caso descubrieron que varios grupos de la Policía Nacional iban detrás de Carlos L.P., entre otras cosas porque el pasado mes de noviembre una mujer lo había denunciado por no haberle devuelto un ordenador. La dueña del aparato electrónico lo localizó días después en una tienda de venta de objetos de segunda mano.

También pesaba sobre el sospechoso una orden de ingreso en prisión dictada por un juez de Barcelona por un robo con violencia.