Un hombre inició esta mañana una huelga de hambre de carácter indefinido en el Aeropuerto de Son Sant Joan, en Palma de Mallorca, con el objetivo de lograr que se suspenda el embargo que pesa sobre él y sobre su hermana, a causa de una resolución judicial, por la cual, ambos deberían pagar una pensión vitalicia a su madre, con la que no mantienen contacto desde hace 20 años.

Según expuso el propio afectado, José Antonio Braojos, un mallorquín de 43 años, comenzó la protesta a las 10.30 horas de hoy en la terminal de Llegadas del aeropuerto y "de momento, estoy solo", aunque precisó que miembros de la Asociación de Padres Separados se comprometieron a visitarle a mediodía de hoy; mientras que el próximo lunes recibirá la visita de su médico de cabecera, que realizará un seguimiento de su estado.

Por el momento, Braojos afirma tener "suficientes ánimos para hacer frente a lo que se me viene encima", ya que prevé mantener su ayuno voluntario "al menos, hasta que se suspenda el embargo que pesa sobre mi hermana y sobre mi, y se revise el proceso". A este respecto, cabe señalar que ésta cuenta 39 años y que, aunque no participa en la protesta, "suscribe todo lo que digo y me brinda su apoyo", aclaró el huelguista.

Y, según distintos escritos difundidos y en un web site propio, el problema se remonta a la infancia, cuando su madre -que ahora cuenta 66 años- maltrató física y psicológicamente a toda la familia -el padre incluido-, mientras que ahora, dos décadas después, reclamó judicialmente el pago de una pensión de 400 euros, a pesar de gozar de una buena posición económica. Una tesis que la Justicia finalmente apoyó.