La investigación sobre los posibles malos tratos continuados y presunta agresión sexual de la niña de tres años que falleció a primeras horas de la noche del jueves en el Hospital Universitario de Nuestra Señora de la Candelaria (Hunsc), que permaneció en una de sus UCI casi 48 horas horas, continuó el viernes en dos escenarios distintos.

Por un lado, y según fuentes cercanas a la investigación pericial de este caso, el informe forense sobre las pruebas que se tomaron de la niña a las pocas horas del ingreso en el Hunsc "rechaza la valoración facultativa de diagnóstico sintomatológico" que el médico de guardia del centro hospitalario de El Mojón (Arona) redactó la noche del martes después de que Diego P.V., de 24 años, acudiera con la hija de su novia en estado de parada cardiorrespiratoria.

El otro escenario de la investigación se trasladó a los Juzgados de Arona. Sobre las 10:20 horas de la mañana llegaba Diego P.V. esposado y con la cabeza agachada. Le flanqueaban los dos agentes de paisano de la Guardia Civil con los que llegó en un vehículo camuflado. Con la cabeza gacha y con paso tranquilo, soportó los gritos de la docena de personas que esperaban su llegada y que le decían "asesino", "animal" y "púdrete en la cárcel". El magistrado y decano de los juzgados de Arona, titular del de Primera Instancia e Instrucción número 7, en funciones de guardia, le tomó declaración durante unas horas.

Sin embargo, y tal y como difundió el viernes por la tarde el gabinete de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, el juez decidió "por estar practicándose nuevas diligencias, prorrogar la detención del joven".

El facultativo que estaba de guardia la noche del martes en el centro hospitalario El Mojón "practicó diferentes técnicas de reanimación" a la niña logrando estabilizar sus constantes vitales, apreciando además en la exploración, signos que calificó de "malos tratos continuados puesto que presenta heridas, quemaduras y moratones con distintos signos de evolución" –según declaró y se recoge en las diligencias policiales incluidas en la investigación–.

La niña volvió a sufrir otra parada cardiorrespiratoria en el mismo centro hospitalario del sur tinerfeño, episodio que se le pudo revertir y estabilizar haciendo factible su traslado al Hunsc con carácter de urgencia.

Las diligencias policiales hacen referencia a que este médico de guardia diagnosticó que "la parada cardiorrespiratoria podría ser provocada por los politraumatismos que presenta", siendo a su juicio "evidentes malos tratos y que además sufre desgarros tanto vaginales como anales, presentando signos de hemorragia en los primeros".

Este diario pudo saber ayer, y siempre según fuentes de la investigación, que "ese primer informe ya fue descartado en la primera valoración que el equipo médico de guardia le hizo a la niña tras su ingreso en el Hunsc no apreciando lesiones que pudieran determinar que la niña había sido objeto de una agresión sexual". Sin embargo, y al haberse iniciado el protocolo ordinario judicial por un presunto caso de violencia y maltrato infantil, se ordenó tomarle muestras a la niña para elaborar un análisis forense que confirmara o descartara las lesiones referidas en el informe médico y en el atestado policial elaborado en Arona.

Finalmente, ha trascendido parte de ese informe forense que descarta que la pequeña hubiera sido víctima de una agresión sexual.

La pequeña Aitana R. sufrió otras dos paradas cardiorrespiratorias durante su permanencia en el Hunsc, y murió al no superar la última. Al conocer la noticia Belén, de 22 años y madre de Aitana, sufrió un shock y permanece en observación y sedada en el mismo hospital.

La madre de la pequeña ha mantenido en todo momento la misma versión que su actual pareja sobre el origen de las heridas o magulladuras que tenía su niña. Ambos señalaron que el pasado fin de semana, la pequeña se golpeó en la cabeza al caerse en un parque infantil cercano a Residencial Atlántico en Costa del Silencio, urbanización a la que se trasladaron hace un mes.

Al cadáver de la pequeña se le practicó la autopsia el viernes y, según fuentes de la investigación, no se obtendrá el informe completo de la misma hasta que no se tengan los resultados de todas las pruebas practicadas, así como el cotejo de las lesiones que se le apreciaron en el cuerpo de la menor, entre ellas, una contusión que tiene en el cráneo y que debería corresponderse con alguno de los elementos del parque infantil en el que la madre y su novio aseguran que la niña se cayó, si se confirma la versión que descarta que esa lesión se produjo fruto de malos tratos.

Por otro lado, el director del CEIP Luis Álvarez Cruz, Salvador Moreno, donde estaba matriculada la niña aseguró que "nunca se apreció ningún problema o maltrato" y señaló que la pareja le dijo el lunes pasado a la tutora de la niña que "se había caído en el parque", según explicó el docente.