El hombre detenido el pasado miércoles de madrugada por el incidente en el que una patrulla de la Guardia Civil fue apedreada desde un tejado en Porreres quedó en libertad ese mismo día por la tarde tras declarar en el juzgado de Manacor. El vecino de 33 años negó haber agredido a los agentes y explicó que se habían confundido de persona, ya que él estaba acostado en su domicilio cuando la Guardia Civil intervino con contundencia.

Según su versión, un vecino le alertó de la presencia de dos sospechosos en el tejado, quienes la emprendieron a pedradas contra los investigadores y luego consiguieron darse a la fuga. Este testigo le exculpó, según el hombre.