Parecía un guión de cine. Dos personas que no se habían visto jamás quedaban citadas a las puertas de una iglesia. No hacía falta ni que se saludaran. La única palabra que debían pronunciar es el "sí quiero" frente a un sacerdote. Se trataba de bodas, no por amor, sino por interés.

La Policía, en una operación que se ha desarrollado en varias ciudades pero que se inició en Mallorca, ha detenido a 35 personas que están acusadas de organizar y participar en simulaciones de matrimonios eclesiásticos entre españoles y nigerianos.

Hace algunos meses se detectó en varias iglesias de la Part Forana de Mallorca el aumento de bodas por la iglesia entre personas de nacionalidad nigeriana y española. Eran tanto hombres como mujeres, con la característica de que casi todos los nacionales eran personas de raza gitana. Una vez que el sacerdote certificaba la unión los contrayentes acudían al registro civil, de los diferentes juzgados de Mallorca, para solicitar la expedición del libro de familia. Al aprobarse este documento los extranjeros unidos en matrimonio con un súbdito español podían acogerse a los beneficios reconocidos como ciudadano comunitario.

Aunque la investigación policial se inició en Mallorca, porque fue en la isla donde se descubrió el fraude, las sospechas de los investigadores se dirigieron hacia la localidad madrileña de Fuenlabrada, donde residían los cerebros de esta organización.

Esta red ofrecía a los extranjeros la posibilidad de legalizar su situación en España a través de estos matrimonios. Por cada boda falsa pedían 10.000 euros al contrayente. De este dinero, 3.000 euros llegaban a los bolsillos del ciudadano español a cambio de facilitar sus documentos para dar formalidad legal al falso matrimonio.

La Policía localizó en la localidad madrileña a los dos "cerebros" de la organización. Se les conocía con los nombres de Eddie y Raúl. Ambos mantenían estrechos vínculos con la comunidad gitana de Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz. Se aprovechaban de esta relación para conseguir los candidatos españoles para las bodas falsas.

Según señalaron ayer fuentes próximas a la investigación, además de Mallorca, esta red ha organizado matrimonios en Sevilla, Jaca, Huelva, Gibraleón, Medina del Campo y Arcos de la Frontera.

Muchos de los españoles que contraían matrimonio ni siquiera acudían a la iglesia, ya que se casaban a través de poderes. Los que sí acudían al enlace solían conocer por primera vez a su esposa o a su marido minutos antes de entrar en la iglesia para celebrar el matrimonio. A la mayoría de integrantes de esta red que han sido detenidos se les acusa de falsificación de documentos, estafa, receptación, asociación ilícita y un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

En esta operación se registraron siete viviendas. Se intervinieron 1.000 cartas nigerianas, 18 pasaportes, certificados eclesiásticos, certificados de nacimientos y estado civil de ciudadanos nigerianos, todos ellos falsos.

También parece ser que este grupo se dedicaba al tráfico de drogas, ya que en los registros se intervinieron 700 gramos de cocaína, 600 de heroína y 400 de marihuana, así como balanzas de precisión.

Otra de las especialidades de este grupo era la compra fraudulenta de billetes de avión y tren por Internet con tarjetas robadas.