Una operación conjunta de la Policía Nacional y de la policía francesa ha permitido interceptar en el puerto de Barcelona un coche procedente de Eivissa que transportaba 189 kilos de cocaína en una operación preparada por una banda vinculada al crimen organizado de Marsella. El coche que transportaba la droga había sido preparado especialmente para el transporte de la droga, con habitáculos sellados en los parachoques que eran prácticamente indetectables.

La investigación ha sido realizada por agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Oficina Central de Represión del Tráfico Internacional de Estupefacientes de Nanterre (Francia).

La organización operaba en las ciudades francesas de Marsella, Toulon o París, y tenía algunos miembros asentados en Alicante. Tras un año de investigación, los investigadores llegaron a la conclusión de que se disponían a introducir en Francia y España una gran cantidad de cocaína. Los narcos decidieron cargar el coche en Eivissa, donde pasaron una semana simulando estar de vacaciones. Para ello prepararon unos escondrijos sellados en los parachoques delanteros y traseros. Para sacar la droga era necesario desmontar el coche en un taller. Los narcos tenían un coche de la misma marca, modelo y color con la intención de doblar las matrículas del vehículos preparado y eludir posibles controles policiales.

A pesar de todas estas precauciones, la Policía interceptó el coche en el puerto de Barcelona. La operación se saldó con once detenidos en España y Francia.