La víctima del asesinato cometido el pasado mes de junio en un parque de Bruselas, en el que supuestamente participó un joven mallorquín, fue atacada mientras estaba durmiendo en el banco de un parque. El joven ucraniano, llamado Ilya Skipor, de 31 años de edad, fue encontrado degollado en el parque. Estaba malherido porque había perdido mucha sangre. Días después murió como consecuencia del ataque.

El pasado martes ingresó en la prisión de Palma un joven mallorquín, llamado Francisco G.N. que ese mismo día había confesado ante el juez su participación en este crimen. No fue el autor material del asesinato, pero confesó que había ayudado a dos compañeros de trabajo a darle un escarmiento a la víctima realizando labores de vigilancia.

Este joven mallorquín trabajó el pasado verano en un hotel de Bruselas. Trabajaba en la cocina. Allí entabló amistad con varios compañeros. Uno de ellos le pidió ayuda. Había un individuo que estaba acosando a su compañera sentimental. Su novia había tenido una larga relación sentimental con el joven ucraniano, pero le abandonó porque había sufrido malos tratos. El individuo había estado molestando varias veces a su ex novia pidiéndole que reiniciara la relación, pero ella no quiso.

La noche de los hechos, según ha descubierto la Policía belga, los tres compañeros de la víctima llegaron a un acuerdo para darle un escarmiento al joven ucraniano. Fue Francisco G.N. quien llevó a la cita un cuchillo de cocina que había cogido del hotel donde trabajaba.

El joven confesó el pasado martes ante los policías belgas que le interrogaron que los tres compañeros fueron esa noche en busca de la víctima. Lo encontraron en un bar y estuvieron allí casi una hora escondidos, al tiempo que le vigilaban. Cuando le vieron salir los tres amigos fueron detrás de él.

La Policía ha comprobado que esa noche Ilya Skipor estuvo bebiendo más de la cuenta en varios bares. Hubo un momento en el que apenas se sostenía en pie. Del último bar en el que estuvo, desde donde le estaban vigilando, salió caminando y se dirigió hacia un parque que está ubicado en las inmediaciones de la catedral de San Miguel. El individuo decidió pasar la noche tumbado en un banco.

La víctima se recostó sobre la madera y se quedó dormido. Los tres compañeros, según sostienen los investigadores, estuvieron esperando a que el individuo se quedara dormido. Dos de ellos se acercaron al ucraniano, mientras el joven mallorquín se quedó aguardando a que no llegaran testigos. Según parece, en ese momento le entregó el cuchillo a su compañero.

El nombre de su novia

El agresor no despertó a la víctima. Aprovechó que estaba durmiendo para degollarle, al tiempo que gritaba el nombre de su novia.

Los tres amigos salieron corriendo y se deshicieron del arma. La Policía investigó el caso. Primero se identificó el cadáver y más tarde se buscó a los sospechosos. Pero se da la circunstancia que el supuesto autor material tenía una información privilegiada de la investigación porque su padre era policía. El joven le había confesado a su progenitor que se había visto implicado en este incidente.

El mallorquín aprovechó un permiso de vacaciones para visitar a su familia en Palma. Ya no volvió más al trabajo. Envió una carta al hotel renunciando a su empleo. Durante los últimos meses sus amigos de Bélgica le informaban del desarrollo del caso.

Los datos:

acosador

La víctima estaba acosando a su ex novia, a la que había maltratado, y que había iniciado una relación con un compañero del joven mallorquín.

le vigilaron

Los tres compañeros del hotel fueron esa noche a buscar al joven ucraniano. Lo encontraron en un bar y estuvieron casi una hora vigilándole hasta que saliera y se dirigiera hacia el parque.

en un banco

El joven estaba algo bebido y se dirigió a un parque para tumbarse en un banco. Se durmió y después fue degollado.

en su nombre

Mientras le clavaba el cuchillo el autor del crimen gritó que lo hacía en nombre de su novia. Este joven es el hijo de un policía de Bélgica y le confesó a su padre que había cometido el asesinato.