La detención de un inspector y un agente de Policía, acusados de someter a torturas a un detenido, cayó como un jarro de agua fría entre el personal de la Jefatura de Palma. Pero pese a que se trata de un plato de mal gusto para los funcionarios, tiene también lecturas positivas. Como la contundente reacción de los responsables policiales, que descartaron la intervención de un grupo de Asuntos Internos ajeno a la casa y asignaron la investigación a los agentes de Homicidios, considerados de lo mejorcito de la Policía de Palma. Y aquí hay que destacar la profesionalidad de estos policías, que se enfrentaron a un caso que indudablemente no les hacía ninguna gracia, pero a los que no les ha temblado el pulso a la hora de completar unas diligencias que muy claro tenían que dejar lo ocurrido, ya que han llevado a prisión a dos de sus compañeros. Esa es la lectura: frente a una presunta actuación abusiva por parte de unos policías, una respuesta contundente y ejemplar del cuerpo.

Curso de Policía Científica. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha organizado un curso de Policía Científica que se ha desarrollado durante esta semana, en el que han participado unos cincuenta agentes, treinta de la Policía Nacional y veinte de Policía Local de distintos municipios. Durante tres jornadas, los asistentes recibieron las clases del subinspector Juan Carlos Ruiz, experto en dactiloscopia que está impartiendo este curso por toda España. Las clases abarcaron dedesde la historia de la identificación humana hasta métodos científicos para identificar tanto a víctimas como delincuentes. Los asistentes realizaron prácticas de toma de impresiones digitales y recibieron instrucciones sobre la actuación policial ante el hallazgo de un cadáver y la protección de indicios en el lugar de los hechos. El éxito del cursillo ha llevado a preparar otro para el año que viene, sobre la actuación policial en la escena de un delito.

Poca formalidad. El pasado jueves, sobre las nueve y media de la mañana, varias dotaciones de la Policía Nacional y la Policía Local de Palma se posicionan frente a la sede del Consell de Mallorca. Para las diez había anunciada una concentración convocada por la Plataforma Ma-15, que agrupa a los expropiados por el desdoblamiento de la carretera de Manacor y denuncia los presuntos casos de corrupción que se produjeron en estas obras. El caso es que pasa el rato, se hacen las diez, las diez media... y ahí no aparece ningún manifestante. Tras esperar un tiempo prudencial, los agentes regresan a sus bases. Qué poca formalidad.

La gripe A llega a los juzgados. El miércoles tenía que celebrarse un juicio contra Silvia Salas y su ex pareja. Esta palmesana, que se hizo un hueco en los programas de famoseo hace unos años tras tener un presunto romance con Sergio Dalma, volvió a tener unos minutos de gloria tras denuciar a su pareja de entonces por malos tratos. Su compañero también la denunció a ella por agresión, y estos es lo que iba a dirimirse esta semana en el juzgado. La vista, sin embargo, tuvo que aplazarse ya que uno de los abogados tenía síntomas de la gripe A.

Violencia en la calle. Dos incidentes violentos en Palma han marcado la crónica de Sucesos de los últimos días. En la calle Jesús, un fugado del Psiquiátrico apuñaló sin motivo a una mujer que limpiaba un portal. En un bar de la calle Santa Florentina una pelea entre dos jóvenes se saldó con uno de ellos herido de gravedad en el brazo, al romper unos cristales. La escena parecía sacada de una película gore, con la acera y el interior del bar cubiertas por enormes regueros de sangre.