Un ejército de policías toma Son Banya a golpe de sirena. Una columna de cien agentes en furgones, motos y coches irrumpe en el poblado en busca de un tesoro escondido por los narcos. Son las diez de la mañana del 18 de septiembre y, tras meses de investigaciones, la Operación Musaraña acaba de empezar. Las primeras cajas no tardan en ser descubiertas. "Es pasta, es pasta", confirma un policía que inspecciona el contenido. Solo dos horas después, miles de billetes de todos los valores se apilan sobre una mesa. Aunque el recuento se prolongará varios días, nadie duda de que el operativo ha sido un éxito y las cifras lo confirman. Casi cuatro millones y medio de euros, 8.000 dólares y siete kilos y medio de joyas y piedras preciosas de origen desconocido. Un golpe sin precedentes.

La Policía difundió ayer las imágenes que muestran cómo se vivió desde dentro la mayor operación contra las finanzas de los traficantes de droga que se recuerda en Mallorca. Tras su llegada al poblado, los policías inspeccionan las cinco viviendas donde, según las sospechas, se vende droga. En una de ellas aparece una bolsa con una sustancia blanca, cocaína en apariencia, y pequeñas cantidades de heroína y marihuana. Los policías escudriñan todos los rincones. Incluso rajan la tela de un tresillo por si fuera el escondite de más droga o dinero.

Pronto empiezan las excavaciones a pico y pala en un almacén anexo a la vivienda de La Paca, la matriarca encarcelada. "Ahí está", se oye decir a un policía al descubrir que un trozo de plástico asoma entre la tierra. Han tenido que levantar una gruesa capa de hormigón y cavar 30 centímetros de tierra hasta dar con ella, pero lo más difícil ya está conseguido. El resto de bultos repletos de dinero y joyas aparecen uno tras otro, hasta siete, en el subsuelo de ese mismo almacén, que acabará levantado con la ayuda de excavadoras y martillos neumáticos, y bajo la caseta de un perro pitbull que custodiaba el tesoro.

Los policías se muestran satisfechos cuando abren las grandes cajas y comprueban que han dado en el clavo. "Esta pesa mucho", asegura un agente que, con la ayuda de otros dos, extrae una de la tierra. "Es pasta, es pasta. Huele fatal", confirma otro al abrir uno de los paquetes forrados en cinta de embalar en los que aparecen embutidos cientos de billetes.

Todo el papel moneda encontrado se vuelca sobre una mesa para comenzar el recuento. "Primero los clasificamos por tipo de billete", indica uno de los agentes al mando a la decena de policías que se dispone a contar el botín.

La Policía confirmó ayer las cifras de la Operación Musaraña. Se han recuperado 4.300.000 euros y 8.000 dólares, fruto de la venta de drogas en Son Banya. Además, se han encontrado cientos de joyas –hasta siete kilos y medio– cuyo origen se desconoce pero se sospecha y se investiga.