El alcalde de esa localidad en el centro de Colombia, John Jairo Soto, calificó como indignante el hecho y convocó para mañana una marcha de protesta por el crimen de la menor, que fue encontrada degollada y amarrada a un árbol cerca de la escuela donde fue raptada el viernes.

Los secuestradores pedían 10 millones de pesos (unos 4.300 dólares) por la liberación de la niña.

"Ella salió de la escuela a las 11 de la mañana y a eso de la una de la tarde me llamó el bandido a pedirme 10 millones de pesos para poder volver a ver mi hija y según cuentan ya la había matado", dijo el padre de la menor, Lorenzo González.