Juan Esteban Linares Torrebejano, de 58 años, su pareja, Gloria Pardo Flix, de 55, y Pío Ventura Paga, de la misma edad, eran pilotos con una gran trayectoria profesional. Todos ellos eran socios del Aeroclub Barcelona Sabadell. El pasado sábado subieron a la avioneta de Ventura, un Cessna-172, en el aeródromo palmesano de Son Bonet para participar en un rally aéreo que les iba a llevar a Sant Lluís (Menorca). Pocos minutos después de despegar, la aeronave perdió altura y se estrelló contra un campo de almendros a las afueras de sa Pobla. Los tres tripulantes perdieron la vida en el acto. Ayer tarde el aeropuerto de Sabadell, donde las banderas ondeaban a media asta, les rindió un homenaje con unos minutos de silencio. Cerca de 500 personas, entre las que se encontraban personalidades y autoridades de Cataluña como Joan Clos, ex alcalde de Barcelona y ex ministro de Industria y Turismo y socio del aeroclub, se concentraron a pie de pista en recuerdo de los fallecidos.

Todos ellos, junto a la mujer de Ventura Paga, habían salido de Barcelona el pasado viernes en sus dos avionetas rumbo a Mallorca. Al día siguiente y una vez en Palma, Juan Esteban Linares dejó su aeronave, un Beech Bonanza, en Son Bonet y se subió al Cessna-172 de su amigo. Les acompañó durante la competición que debía acabar en Menorca la pareja de Juan Esteban, Gloria Pardo. El rally acabó en tragedia cuando a las doce del mediodía el aparato se precipitó sobre un campo de cultivo y posteriormente chocó contra una caseta de aperos. Los tres ocupantes salieron despedidos, sufrieron un tremendo golpe y sus cuerpos quedaron carbonizados. La forense practicó la autopsia a los tres cadáveres ayer por la mañana y se estaba a la espera de la completa identificación de una de las víctimas. El caso está siendo investigado por el juzgado de instrucción número 6 de Inca, junto con los técnicos de Aviación Civil.

Una de las personas que decidió no viajar con las víctimas y participar en el Campeonato de España de rallys aéreos fue la esposa de Pío Ventura Paga. La mujer finalmente se quedó el sábado por la mañana en una playa de la isla, con lo que logró escapar de la tragedia.

El siniestro aéreo causó una profunda consternación entre los aficionados al vuelo deportivo. Los tres fallecidos eran personas muy conocidas y experimentadas. Juan Esteban Linares, licenciado en filología germánica, era el jefe de la torre de control del aeropuerto de Sabadell desde los años 80. Presidía el Consejo Español de Festivales Aéreos y el pasado mes de febrero el ministerio de Defensa le concedió la medalla al mérito aeronáutico. En su juventud, había militado en el equipo de fútbol de Sabadell. Su compañera sentimental, Gloria Pardo Flix, también vecina de este municipio barcelonés, era dentista y compartía con Juan Esteban la afición a volar. Ella también tenía el título de piloto. Por su parte, Pío Ventura Paga, el dueño de la avioneta que se estrelló en sa Pobla, también destaca por su trayectoria profesional. Ventura era el director general del Centro de Estudios Monlau, un referente en la formación de mecánicos de élite.