Era una cuestión de tiempo, y el plazo se cumplió ayer. Antonio S.O., de 63 años, considerado por la Guardia Civil y la Policía el responsable de la desaparición de dos mujeres en los últimos doce años, fue detenido ayer en su domicilio de s´Arenal. El Grupo de Delitos contra las Personas de la Guardia Civil tiene por delante dos días para tratar de culminar una costosísima investigación en la que han intervenido decenas de agentes a lo largo de los últimos seis meses, en la que no se han escatimado medios técnicos y humanos. Los últimos esfuerzos se dirigen ahora a descubrir dónde se oculta el cuerpo de la desaparecida, ya que los investigadores manejan desde el principio la hipótesis de que está muerta.

Margalida Bestard Ramis, de 70 años, fue vista por última vez el pasado 10 de octubre, cuando se disponía a cobrar el alquiler a los inquilinos de los pisos que poseía en el edificio sa Marineta, en s´Arenal de Llucmajor.

Desde un principio, la Guardia Civil consideró que la desaparición de la mujer había sido forzada contra su voluntad, ya que las primeras investigaciones permitieron descartar que se tratase de un extravío o un accidente.

La factura de la basura

Las pesquisas se centraron en los vecinos del edificio. La Guardia Civil les tomó declaración a todos e inspeccionó todas las viviendas, en vano. No fue hasta unas semanas después cuando la Guardia Civil recibió una información del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional que resultó clave: uno de los vecinos del edificio sa Marineta, Antonio S.O., de 63 años, había sido detenido en 1996 por la desaparición de otra mujer, Ángeles Arroyo Agrás, de 54 años.

El hombre llegó a pasar unas semanas en prisión, pero el cuerpo de Ángeles Arroyo nunca apareció, por lo que no pudo ser acusado y quedó en libertad.

Los investigadores de la Policía Nacional y la Guardia Civil llegaron a la conclusión de que había vuelto a ocurrir.

Las pesquisas practicadas a partir de entonces reforzaron las sospechas sobre Antonio O.S. Este hombre le había comprado dos años atrás el piso en el que residía a Margalida Bestard, y la mujer estaba, según sus familiares, muy enfadada con él porque le seguían llegando a ellas los recibos de las tasas municipales de basura. La familia de la mujer confirmó posteriormente que el día en que desapareció tenía previsto ir a casa de él a reclamarle el dinero. Se trataba de unos 200 euros.

En sus primeras declaraciones Antonio S.O. admitió haber visto aquel día a Margalida, pero negó haber tenido nada que ver con su desaparición. La Guardia Civil detectó contradicciones en la hora en la que dijo haber hablado con ella, pero el hombre rectificó posteriormente y dijo que simplemente se había equivocado.

Con el convencimiento de que el hombre era el responsable de la desaparición de dos mujeres, y que había logrado librarse de la acusación de la primera, los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil trazaron una minuciosa estrategia para capturarle.

En los meses que siguieron fue sometido a un seguimiento constante. Un grupo de expertos en Policía Científica de la Guardia Civil realizó en noviembre una exhaustiva inspección en las casas del hombre, tanto en el piso del edificio sa Marineta como en otro que tiene en la calle Trencadors. Los agentes recogieron numerosas muestras microscópicas que fueron analizadas para determinar si había alguna que correspondía a la desaparecida. Todos los análisis dieron negativo.

En los meses siguientes la Guardia Civil realizó minuciosas búsquedas en fincas de s´Arenal donde el sospechoso había sido visto. Perros adiestrados rastrearon la zona y buzos inspeccionaron los pozos, pero no hallaron ningún rastro de la desaparecida.