Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de noviembre tras la desarticulación en Pamplona de un grupo organizado dedicado a la comisión de robos con violencia y con fuerza y la detención de 17 personas, a las que se intervino una gran cantidad de ropa de marca robada.

La Policía determinó que los ahora detenidos adquirían, sabiendo que eran robados, los efectos sustraídos por la organización desarticulada en Pamplona y que los vendían posteriormente con apariencia de absoluta legalidad.

Además los arrestados distribuían también prendas de ropa falsificadas, de muy alta calidad y difícilmente detectables, de marcas de reconocido prestigio.

Los agentes localizaron sus domicilios, las tiendas y almacenes donde guardaban las prendas, todos ellos en Madrid capital excepto uno situado en la localidad madrileña de Leganés, en los que intervinieron gran cantidad de prendas falsificadas que tuvieron que ser trasladadas hasta las dependencias policiales en un camión de gran capacidad.

Además, en uno de los almacenes registrados se intervinieron también multitud de prendas de marcas "blancas" (sin marca ni etiqueta de ningún tipo) preparadas para ser transformadas en prendas falsas de alguna marca mediante el estampado o bordado de los correspondientes logotipos.

En la tienda que tenían abierta al público tan solo había una pequeña cantidad de prendas falsificadas, mezcladas con otras originales, que servían de muestra para la clientela, con lo que pretendían evitar fuertes sanciones en el caso de que se llevara a cabo alguna inspección en el local.

Los detenidos son H.C.K., natural de Marruecos, de 36 años; K.S.A.C., de la misma edad y de Málaga, y L.C.K., nacida en Madrid, de 29 años.

En la operación se han intervenido más de 5.000 prendas de ropa falsificada de distintas marcas con un valor total en el mercado valorado en 520.000 euros, miles de etiquetas de tallaje y del fabricante; diversos polos originales con retales recortados con el fin de servir de muestra para falsificaciones, prendas de marcas blancas, 8.200 euros en metálico, 18 relojes y una catana, entre otros efectos.