Un anciano de unos 70 años de edad fue juzgado ayer en Palma por agredir a su compañero de habitación en un geriátrico de Calvià tratándole de asfixiar con una manta. El septuagenario, que está acusado de una falta de lesiones, admitió que atacó a la víctima porque, según su versión, no le dejaba dormir, se reía de él y le había arañado. Estos hechos habrían ocurrido hace aproximadamente un año en una residencia de ancianos de la zona de Calvià. El perjudicado ha fallecido debido a una enfermedad que padeció. Mientras, el presunto agresor se encuentra encarcelado en la prisión de Palma cumpliendo condena por un intento de asesinato ocurrido en el año 2001. En esa ocasión, el hombre atacó con un hacha de carnicero a su esposa en el domicilio conyugal. La mujer perdió un dedo de la mano y sufrió profundos cortes en la cabeza a consecuencia de la brutal agresión.

El sospechoso fue excarcelado por la Policía ayer a primeras horas de la mañana y se le trasladó al edificio de Vía Alemania para ser juzgado por una falta de lesiones. El anciano padece una dolencia que dificulta su movilidad y se encuentra delicado de salud. Meses atrás se hallaba interno en una residencia en el término municipal de Calvià donde supuestamente protagonizó un incidente con su compañero de habitación. Según la tesis de la acusación, que reclama una pena de multa, intentó asfixiarle echándole una manta encima. El sospechoso confesó que agredió al anciano porque no le dejaba dormir y se reía de él. Según su versión, la situación se le hizo inaguantable y no se pudo controlar. Al parecer, el perjudicado sufría demencia senil y en ocasiones gritaba. Además, también le había arañado. Por suerte, la víctima no sufrió ninguna lesión grave tras estos hechos. Por su parte, el sospechoso volvió al centro penitenciario de Palma, donde cumple una pena anterior de siete años de cárcel.