La Policía ha descubierto en Mallorca un presunto fraude en documentos de tres niños marroquíes que sus padres habrían utilizado para poder acelerar el acceso al mercado laboral de los pequeños. Fuentes policiales explicaron ayer que los menores, de entre 7 y 10 años, fueron inscritos en un instituto de Manacor con edades que oscilan entre los 12 y los 15, al parecer con el objetivo de que en un plazo máximo de tres años pudieran acceder a un puesto de trabajo de forma legal. Por el momento, se está investigando a las dos familias de estos niños, aunque la Policía no descarta que se encuentren nuevos casos en otras poblaciones.

A principios del presente escolar, tres niños -dos de ellos hermanos- originarios de Marruecos fueron inscritos en un instituto de Manacor, explicaron las mismas fuentes. Los documentos aportados por las dos familias afirmaban que los pequeños habían nacido hace 12, 13 y 15 años. La escolarización se llevó a cabo sin problemas, pero las sospechas aparecieron pronto. Los responsables del centro detectaron que ni el nivel educativo ni la apariencia física de estos alumnos se correspondían con sus edades, por lo que informaron a la Policía, que a su vez alertó a un juzgado de Manacor y a la Fiscalía de menores. Los exámenes médicos a los que fueron sometidos los niños despejaron las dudas. El estudio oseométrico concluyó que los niños inscritos tienen un mínimo de 7 años y un máximo de diez.

Este presunto fraude tenía como objetivo, según sospecha la Policía, agilizar la entrada de los niños en el mercado laboral. De haber culminado con éxito, los pequeños se habrían puesto a trabajar con entre 10 y 11 años.

Los investigadores tratan de esclarecer si hay alguna relación entre las dos familias acusadas que pudiera indicar la existencia de un trama organizada o si, por el contrario, los casos detectados son hechos aislados. La Policía no descarta que puedan descubrirse nuevos casos de falsificación de edades en otras localidades de la isla.