El juzgado de lo penal 6 de Palma celebró ayer la vista oral contra un camarero que supuestamente se dedicaba a vender hachís en el bar en el que trabajaba en el barrio palmesano de La Paloma. El joven declaró que él no traficaba con drogas, si bien admitió que vendió hachís a un amigo por 30 euros.

La Policía se incautó de pequeñas cantidades de droga en el local el 13 de diciembre de 2005. La fiscal solicitó cuatro años de prisión, mientras que la letrada de la defensa Virginia Garrido pidió la libre absolución de su representado.