Doce años y seis meses de prisión tendrá que cumplir Pedro José Carmona Quesada, el hombre que la pasada semana fue declarado culpable de la muerte de su compañera sentimental. La víctima, Verónica Kovalovska murió en la madrugada del día 16 de enero de 2005 al ser golpeada por el acusado en la cara. Ambos mantuvieron una disputa en el patio de unos apartamentos de Cala d´Or. Verónica, de nacionalidad eslovaca y de 32 años de edad, murió por un traumatismo craneal.

La sentencia la ha dictado el magistrado Juan Pedro Yllanes, que recoge la propuesta planteada por la fiscalía. La decisión del juez fue comunicada ayer tarde al acusado en la cárcel de Palma, donde permanece desde la fecha de los hechos. También tendrá que abonar una indemnización de 60.000 euros destinados a los herederos de la fallecida.

Esta sentencia plasma por escrito la decisión que el pasado jueves adoptó el jurado popular, que declaró a Pedro José Carmona culpable del delito de homicidio. En el veredicto se aceptó que el día de los hechos el agresor había actuado bajo los efectos de las sustancias estupefacientes. En concreto, el hombre era consumidor de cocaína. Esta circunstancia ha motivado que se le aprecie una atenuante.

La sentencia declara probado que el hombre mató a su compañera sentimental y que lo hizo golpeándola con un objeto contundente en la cabeza. El homicida intentó simular que se había tratado de un suicidio. Sostuvo que Verónica se había arrojado por el balcón del apartamento que compartían tras mantener una discusión. Sin embargo, las lesiones que presentaba en la cara no coincidían con una caída voluntaria o accidental. Todo lo contrario, se habían producido al ser golpeada directamente en la cara con el objeto contundente, que bien es cierto que no ha llegado a ser encontrado.

El acusado abandonó el pasado jueves el patio de la Audiencia con una profunda sonrisa. Reflejaba la actitud que había mantenido durante el juicio, en el que nunca reconoció que había causado la muerte de Verónica. La mujer falleció a los pocos días de instalarse de nuevo en Mallorca. La mujer había trabajado en las últimos años en la zona de ocio nocturno de Cala d´Or. La principal prueba que utilizó el jurado para alcanzar esta decisión, que evidentemente rechazaba la versión del agresor, fue el informe que presentaron los médicos forenses Emilia Salas y Javier Alarcón.

Más credibilidad

Los médicos no tenían duda alguna: se trató de un homicidio y no de un accidente. El jurado dio más credibilidad a este informe que el que firmó un médico contratado por el abogado defensor, Bartomeu Oliver, que mantuvo que era posible que las lesiones que tenía en la cara se las pudo provocar la mujer al caerse por el balcón. También presentó la defensa un estudio biomecánico que no hacía más que confirmar la versión del suicidio. Sin embargo, el jurado no se creyó ninguno de estos dos estudios y si en cambio quedó convencido por la versión que sostuvo la Guarda Civil, apoyada por el informe de la autopsia.

El abogado defensor anunció ayer que recurrirá la decisión al Tribunal Superior de Justicia de Balears.