La Dirección Insular de la Administración del Estado en las Pitiüses ha cursado orden de cierre para la discoteca Amnesia (un mes a partir del próximo martes) y los locales de ocio nocturno Bora Bora y DC10 (uno y dos meses, respectivamente, a contar desde el próximo lunes), en aplicación de sendos expedientes abiertos entre 2005 y 2006 por tolerar el consumo o venta de droga en el interior de los establecimientos. Además, cada local deberá hacer frente a una multa de 6.000 euros. Las tres órdenes de cierre son firmes y deben ser ejecutadas de inmediato, aunque pueden ser recurridas en los tribunales de lo contencioso-administrativo.

El cierre de los tres establecimientos obedece al interés del Gobierno, y por extensión de la Delegación en Balears y de la Dirección Insular pitiusa, en "aumentar la presión" sobre la venta y el consumo de sustancias estupefacientes en Eivissa durante los meses de verano, una actividad que provoca "situaciones de caos" y "una imagen muy dañina" para el turismo, indicaron fuentes del Ministerio del Interior.

Las tres sanciones de cierre, que pueden ser más ya que existen otros expedientes en tramitación por los mismos motivos, son consecuencia de denuncias realizadas por la Guardia Civil durante los dos últimos veranos. Estos procedimientos son "extremadamente" garantistas y así, en otras zonas del país, una sanción por las mismas causas conllevaría una orden de cierre más prolongada.

El delegado del Gobierno en Balears, Ramon Socías, explicó ayer que estas actuaciones obedecen a una estrategia por parte de la Delegación para hacer la máxima presión contra el tráfico de drogas. Socías apuntó que actuarán con contundencia ya que es un problema grave.

No obstante, desde Interior recuerdan que el perjuicio que puede ocasionar el cierre en Eivissa de un local de estas características durante un mes, «equivale a un año en cualquier otra parte» debido al volumen de negocio que se registra en la isla.

Además, desde Interior matizaron que la gravedad de las sanciones «está limitada» porque no existen precedentes de cierre de discotecas por estos motivos y porque «somos conscientes de que la industria del ocio nocturno es muy importante para las islas». En cualquier caso, el cierre de estos tres establecimientos demuestra que «no habrá tolerancia» y que la aplicación de la ley se hará «sin contemplaciones», advirtieron las mismas fuentes.

Las denuncias son consecuencia de actuaciones de la Guardia Civil en el interior de los locales, donde observaron el consumo o la venta de drogas (tanto el incumplimiento de los horarios de cierre como de las ordenanzas de ruidos son competencia de los ayuntamientos).

Las mismas fuentes indicaron que la tramitación de estos expedientes se prolonga durante meses; tras la incautación de la droga y su posterior análisis, se incoa el preceptivo expediente, que si acaba en sanción puede ser recurrido tras la recepción del pliego de cargos y la presentación de alegaciones. Finalmente, el establecimiento sancionado puede presentar un recurso contencioso administrativo.

Con la sanción firme, el establecimiento tiene cinco días para hacer efectivo el cierre a contar desde la recepción de la orden, con independencia de que presente un recurso contencioso administrativo. En este caso, tanto al Bora Bora como al DC10 se les comunicó la sanción el pasado martes, por lo que deberán cerrar este domingo, mientra que los responsables de Amnesia recibieron la comunicación el miércoles, por lo que ya no podrá abrir hasta el próximo mes de julio.

Control imposible

La decisión adoptada por la Dirección Insular ha causado malestar entre los responsables de los locales afectados. En el caso del Bora Bora, fuentes de la empresa consideraron que la decisión adoptada es «injusta» y que se exige a los locales un nivel de vigilancia imposible de asumir.

«Si alguien quiere consumir drogas va a controlar al personal de seguridad, claramente identificado, y lo hará cuando éstos no puedan verlo. La Policía y la Guardia Civil actúan de paisano y es cuando los descubren. Nosotros no podemos hacer eso ni podemos poner a un vigilante por cada cliente», consideraron las mismas fuentes.

«Se toman medidas contra nosotros pero lo cierto es que drogas, desgraciadamente, se consumen en todos los locales de ocio, aquí y en Guadalajara. Es algo que los jóvenes tienen muy arraigado. Antes, cuando salías, te divertías tomándote unas copas únicamente, ahora también consumen drogas», añadieron.

Por otro lado, desde Amnesia ayer se evitó comentar en profundidad la decisión aunque no se dudó en tildar la resolución de la Administración como «política». Hoy está previsto que la discoteca de Sant Rafel emita una nota de prensa redactada con la asistencia de sus abogados en la que se valorará lo sucedido.

Este diario intentó ayer, sin éxito, recabar la opinión de algún responsable de la sala DC-10.