El Grupo Especial de Operaciones de la Policía Nacional liberó ayer en León a cuatro empleados de un banco que permanecieron encerrados durante cuatro horas en la cámara de seguridad. Varios atracadores, que a primera hora de la tarde asaltaron la entidad, les dejaron allí antes de huir. La Policía intentó durante toda la tarde entablar contacto con los atracadores, ya que se pensó que estos permanecían en el interior de la oficina.

Los hechos ocurrieron en una sucursal del Deutsche Bank, en León, donde según las primeras hipótesis varios atracadores mantenían secuestrados, desde primera hora de la tarde, a al menos cuatro empleados tras ser sorprendidos y rodeados por la Policía. Acto seguido se acordonó la zona y se colocó un furgón blindado y varios coches frente a la oficina bancaria. Decenas de curiosos agolparon en el lugar, mientras la Policía intentaba entrar en contacto con las personas que, al parecer, se encontraban en el interior.

El cordón policial que se colocó inicialmente en las inmediaciones de la sucursal para impedir el acceso de los numerosos curiosos que se acercaron al lugar ha sido ampliado para delimitar una zona de seguridad más amplia y evitar que pudieran producirse situaciones de riesgo.

Finalmente, hacia las ocho de la tarde, varios policías entraron en la sucursal bancaria y descubrieron que los atracadores, antes de huir, habían dejado encerrados a los empleados en una cámara de seguridad. Ninguno de ellos resultó herido en el suceso.