Ocho de los diez narcotraficantes detenidos por la Policía en Palma, en una operación que permitió interceptar siete kilos de cocaína, se encuentran ya en prisión. El juez de guardia ordenó ayer el ingreso en la cárcel de seis de los ocho arrestados en la segunda fase de la operación, mientras que los otros dos, que presuntamente se dedicaban al menudeo de la droga, quedaron en libertad con cargos. La Policía cree que esta banda ha introducido y distribuido grandes cantidades de droga en Mallorca durante al menos los últimos siete años.

A las nueve de la mañana de ayer llegaron a los juzgados de Vía Alemania, custodiados por la Policía, los ocho supuestos miembros del clan que, al parecer, se encargaban de distribuir la droga. Uno por uno, fueron declarando ante el titular del juzgado de instrucción número 1, que se encontraba en funciones de guardia. Tras varias horas de declaraciones, el juez decidió el ingreso en prisión de seis de los acusados. Se trata de aquellos miembros de la organización que vendían la droga en pequeñas partidas e incluso al por menor.

Contratados en Alemania

La banda llevaba desde el año 2000 introduciendo cocaína en Mallorca. La red estaba liderada por un nigeriano afincado en Palma que se encargaba de organizar la introducción de la droga en la isla. Para ello, contrataba a ´correos´ residentes en Alemania para que viajaran a Mali, donde debían recoger la cocaína para trasladarla hasta Mallorca oculta en el doble fondo de una maleta a cambio de unos 3.000 euros por cada kilo de droga que transportaran.

El pasado 19 de mayo, la Policía arrestó en Son Sant Joan al líder la organización y a uno de sus ´correos´. Iban a introducir una maleta con seis kilos de cocaína que, por un error de la compañía aérea con la que ambos viajaban desde Barcelona a Palma, acabó en Tel Aviv (Israel). La maleta fue recuperada dos días después y la Policía certificó que contenía droga. El cabecilla de la red y su ´mulero´ ingresaron después en prisión.

La segunda fase de la operación se inició el pasado miércoles, cuando se detuvo a otros ocho narcotraficantes, los que ayer pasaron a disposición judicial. Estos, en mayor o menor medida, actuaban según la Policía como distribuidores de la cocaína una vez que esta llegaba a Mallorca. Tres de ellos eran intermediarios entre el líder de la banda y los clanes de distribución. Contaban con un piso franco donde la Policía encontró unos 600 gramos de cocaína y diversos útiles para su manipulación. Los tres ingresaron ayer en prisión.

Una peluquería sin clientes

Uno de los puntos de venta de la droga más importantes era una peluquería próxima a la plaza Barcelona, en Palma, donde la Policía constató que quienes entraban en ella no iban a cortarse el pelo. Su propietaria y el marido de esta fueron detenidos cuando salían de su casa, otro punto de venta de droga. El hombre, que se encontraba fugado de la prisión de Palma, intentó huir pero fue capturado. El juez ordenó ayer su ingreso en la cárcel.

En el último escalón de la red estaban tres pequeños distribuidores que vendían la cocaína en la calle. Uno de ellos portaba 200 gramos de droga cuando fue arrestado. El juez dictó prisión preventiva para uno de ellos y dejó en libertad con cargos a los otros dos.

Todos los detenidos están acusados de delitos contra la salud pública.