La acusación particular solicitó una condena de 16 años de prisión para un hombre que fue ayer juzgado en la Audiencia de Palma acusado de abusar de su hija. La adolescente, que abandonó su casa cuando cumplió la mayoría de edad, afirmó que su padre abusó de ella desde los 10 a los 14 años, y que había tardado más de cuatro años en denunciar los hechos "porque no quería hacerle daño a mi familia". La fiscal cree que, en efecto, el acusado abusó de su hija, pero pidió la absolución porque entiende que los hechos estarían prescritos. El acusado, defendido por el abogado Fernando Mateas, niega los hechos. El hombre afirma que su hija se ha inventado "esta historia porque intenta vengarse por los castigos que le impuse, ya que no le permitía llegar tarde a casa" y la obligaba a colaborar en las labores domésticas.

La hija, que ahora tiene 20 años de edad, denunció los hechos en el año 2003. Escribió una carta, que entregó a la Policía, en la que narraba su experiencia del pasado. Explicó que, inicialmente, su padre comenzó tocándole por encima de la ropa. La testigo recordó que un día en la playa de Illetas su progenitor se sentó detrás de ella. "Empezó a pasarme la mano por debajo del bikini". Estos tocamientos, según ella, fueron repitiéndose durante dos años más. "Me decía que era nuestro secreto, que no se lo contara a nadie". La menor dijo que su padre aprovechaba determinados momentos del día para abusar de ella. "Por las noches me despertaba y estaba él acariciándome mis partes íntimas". La hija afirmó que durante el tiempo que permitió que estos tocamientos se produjesen "notaba que mi padre sentía un gran cariño hacía mí. Era una niña mimada, a la que le se lo consentían todo".

Durante su declaración ante el tribunal, la adolescente explicó que fue al cumplir los 14 años cuando decidió que no permitiría que los abusos se repitieran. "Después de decirle que no dejaría que me tocara más empezaron los castigos". Hasta cuatro años después no presentó la denuncia. "Quería ser feliz, pero no podía olvidar lo ocurrido y decidí dar el paso". La hija afirmó que está en tratamiento psicológico y que, a pesar de lo ocurrido, "quiero mucho a mi padre y le echo de menos, pero esto no quita que haya abusado de mí".

En duda

La mujer del acusado y sus dos hijos varones pusieron en duda que los hechos que se denunciaran fueran ciertos. En cambio, la madre del acusado manifestó que desde el primer principio creyó la versión de su nieta, y desde entonces ha interrumpido cualquier relación con su hijo. La mujer sufrió un desmayo cuando iba a iniciar su declaración como testigo. El tribunal llamó a una ambulancia para que recibiera asistencia médica.