Cuatro fallecidos, dos mujeres de mediana edad y dos niños, uno de ellos de cinco años de edad, y otros veintidós heridos, uno de ellos en estado crítico, es el balance del accidente que sufrió ayer un autobús de turistas suecos en la autopista del sur de Tenerife que se salió de la calzada y fue a parar a una gasolinera. Los seis heridos más graves, entre los que se cuenta el conductor del autocar siniestrado, fueron derivados a los hospitales de La Candelaria y Universitario de Canarias, y el resto a centros sanitarios del sur de la isla en un amplio dispositivo en el que se movilizaron diez ambulancias y un helicóptero de emergencias.

El accidente se produjo en la autopista TF-1, en dirección a Santa Cruz, en el punto kilométrico 64, a la altura de la gasolinera de Parque de la Reina, dentro del término municipal de San Miguel de Abona.De momento se desconocen las causas que originaron el siniestro, en el que estuvo involucrado un turismo cuyo conductor dio positivo en un posterior control de alcoholemia, según confirmó el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, quien se desplazó a la zona.

Valla de seguridad

Las consecuencias del siniestro pudieron ser mayores dado que el autobús llegó hasta los aparcamientos de la gasolinera después de atravesar la valla de seguridad de la autopista, alcanzar la vía de servicio y en su recorrido descontrolado colisionar, sin causar más que daños materiales, con varios coches que provocaron su vuelco.

El director de la agencia de viajes sueca Apollo (para la que el autobús siniestrado hizo el servicio de traslado), Mats Dalquist, reconoció que temía que varias personas hubieran resultado heridas de gravedad y se comprometió a hacer "todo" lo que estuviera en sus manos para ayudar a los familiares de los heridos.