El juez de Inca ordenó el pasado viernes el ingreso en prisión de tres de las siete personas que, supuestamente, participaron en el asalto perpetrado el pasado martes en una vivienda de Muro. Tres individuos abordaron a una mujer, esposa de un empresario de la construcción de Muro, cuando salía de su casa. La obligaron a entrar de nuevo en el domicilio. La golpearon y le colocaron un pasamontañas por la cabeza. Querían que la mujer facilitara la combinación de la caja fuerte, porque los delincuentes estaban convencidos de que se guardaba el dinero que el constructor iba a emplear para pagar los salarios de sus trabajadores. Según pudo averiguar la Guardia Civil, uno de los sospechosos trabajaba para el constructor y se cree que fue quien facilitó la información a los tres individuos que ejecutaron el golpe.

Los delincuentes no lograron que la mujer les facilitara la combinación de la caja. La víctima aprovechó un descuido de los agresores para encerrarse en una de las habitaciones de su casa. Allí logró deshacerse de las ligaduras que le habían colocado y después consiguió pedir ayuda.

Los delincuentes se dieron a la fuga. No pudieron llevarse el botín que buscaban. Robaron casi 1.300 euros que la mujer guardaba en su bolso para pagar una nevera que había comprado.