El huracán Wilma, el más potente del Atlántico en las últimas dos décadas, redujo ayer nuevamente su velocidad y aumentó su ferocidad para cebarse en las costas del Caribe mexicano. Aunque los daños materiales eran grandes, no había constancia de que se hubieran registrado víctimas mortales. Los cerca de 4.000 turistas españoles que permanecían en la zona esperaban el paso del ciclón refugiados en sus hoteles o en refugios comunitarios. Pese a que la comunicación telefónica estaba interrumpida, la compañía mallorquina Riu mantuvo contacto con sus directivos, que indicaban que la seguridad en el interior de sus establecimientos era "total", aunque los daños en el exterior eran grandes.

Tras disminuir su velocidad desde los 12 a los 6 kilómetros por hora, Wilma tocó tierra por primera vez el viernes en la isla mexicana de Cozumel, frente a Cancún, con categoría 4 en la escala Saffir-Simpson (cuyo máximo es cinco) y con unos vientos racheados que llegaron a alcanzar los 300 kilómetros por hora.

Ayer Wilma se localizaba sobre tierra, a 15 kilómetros rumbo oeste-suroeste de Cancún, y bajó primero a categoría 3 y luego a 2. También se redujo el diámetro de su ojo, de 55 a 35 kilómetros, y del fenómeno meteorológico completo, que pasó a 750 kilómetros frente a los 800 del día anterior. A ello hay que unir una pérdida de intensidad del viento, aunque seguía siendo muy fuerte, pues soplaba a 200 kilómetros por hora y mantenía rachas de unos 240 kilómetros.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de México informó de que el huracán podría frenar aún más su velocidad en la península de Yucatán hasta reducirse a 3 kilómetros por hora, lo que causaría mayores destrozos y durante más tiempo.

"Afortunadamente no hay informaciones de accidentes graves que pongan en riesgo la vida de las personas. Los turistas que estaban en el estado en el momento del huracán están en refugios, seguros", afirmó el gobernador de Quintana Roo. No obstante, en el vecino Yucatán el ciclón se cobró ayer su primera muerte al caer una rama arrancada por el viento sobre un hombre.

"Seguridad plena"

Una de las consecuencias iniciales del embate de Wilma sobre las zonas turística de Cancún y Riviera Maya fue la caída de la conexión telefónica. A pesar de ello, fuentes de Riu, una de las principales cadenas hoteleras mallorquinas, indicaron que mantenían contacto con la zona. Según estas informaciones, en el exterior de sus establecimientos de Playa del Carmen se habían producido grandes daños materiales, aunque las condiciones del interior eran de "plena seguridad" y contaban con luz para las zonas comunes gracias a los grupos electrógenos

Fuentes diplomáticas españolas confirmaron que los aproximadamente 3.700 turistas españoles que se hallaban en las costas caribeñas se encuentran en perfecto estado, la mayoría de ellos guarecidos en hoteles de Playa del Carmen, al sur de Cancún, donde la espera se está haciendo muy tensa.

Los municipios de Quintana Roo más afectados son las islas de Cozumel e Isla Mujeres, Cancún y la Riviera Maya, donde se pronostican graves pérdidas económicas. Un total de 55 municipios han sido declarados en emergencia.

Las autoridades están recibiendo informes continuos sobre la situación de la población y de los más de 70.000 turistas que se encontraban en las costas caribeñas mexicanas en el momento de la llegada del ciclón sin que se haya informado de víctimas mortales.

Casi 72.000 personas han sido evacuadas de los estados de Yucatán y Quintana Roo ante el paso de Wilma.