Mal día, el sábado de la semana pasada. Por la mañana, en sa Pobla, un hombre de 69 años mataba a una de sus vecinas golpeándola con una botella de cava y hería de gravedad a otras dos personas. Por la tarde apareció, cerca del vertedero de Manacor, el cuerpo sin vida de un joven de 30 años, un delincuente con un amplio historial delictivo, al que habían asesinado de dos disparos. Dos crímenes distintos, que pusieron de relieve dos submundos que conviven con todos nosotros. Al mismo tiempo, en los últimos días se han producido notables avances en la investigación sobre el asesinato de Pedro Bonnín Fuster. Atentos porque en breve habrá alguna detención (o detenciones).

- Una vida difícil. La víctima de sa Pobla era Margarita Ros Rodríguez, una mujer de 56 años conocida como "Mata-hari", que, según explicaron sus vecinos, "había tenido una vida muy difícil", con dos hijos drogadictos y un padre enfermo. Al parecer la mujer mantenía muy malas relaciones con sus vecinos. Estos eran Evaristo García y la mujer alemana inválida de la que cuidaba, Rita Hartkopf.

Algo ocurrió en la mente de Evaristo el sábado por la mañana, que le convirtió en un homicida indiscriminado. Atacó a todos los que que había en la casa: a su compañera de piso, luego a su vecina y a su padre, nonagenario e inválido también. Utilizó varias botellas de cava, pero también un palo y una piedra. Hubo una fallecida, pero pudieron ser los tres, ya que los supervivientes sufrieron heridas muy graves. Cuando llegó la Policía Local al lugar encontró al homicida en la azotea de la casa, completamente cubierto de sangre.

- Venganza en Manacor. Ese mismo día apareció, cerca del vertedero de Manacor, el cadáver de Julio Camacho, un delincuente de 30 años al que le habían pegado dos tiros de escopeta. La investigación de la Policía Nacional puso al descubierto el ambiente de droga y delincuencia de la ciudad de Llevant en que se movía "Julito". Tanto él como los presuntos asesinos, detenidos en apenas 24 horas tras una intensa investigación, eran adictos a la "base" o "crack". Según la confesión de uno de los detenidos, querían darle un escarmiento porque "Julito" los tenía atemorizados y les obligaba a darles la droga que tenían. No querían matarle, dijo este hombre. "Sólo" dejarle inválido.

- Atentos a Artà. Pese al total hermetismo de los investigadores de la Guardia Civil, los análisis del ADN de los restos encontrados junto al cadáver de Pedro Bonnín están a punto de dar resultado. En los últimos días varios agentes han sido vistos revisando de nuevo los alrededores de la caseta donde se cometió el crimen, y parece que la investigación está a punto de experimentar un salto, que conducirá a la detención del sospechoso (o sospechosos). Yo de ellos no estaría tranquilo.