Un fuerte terremoto de 6,2 grados en la escala abierta de Richter sacudió ayer la región japonesa de Kanto, donde se encuentra Tokio, sin que se informara sobre posibles daños en la población.

El Servicio Meteorológico de Japón explicó que no existía peligro de formación de posibles tsunamis u olas gigantes en la costa oriental del país a consecuencia del seísmo. El terremoto tuvo su epicentro bajo el lecho marino, frente a las costas de la provincia de Ibaraki, donde el temblor se sintió con una intensidad de cinco grados en la escala japonesa de siete.

Asimismo, se registró una intensidad de cuatro grados en la escala nipona en las provincias vecinas de Fukushima, Tochigi y Chiba, añadió el departamento de sismología.

Aeropuertos, carreteras y comunicaciones ferroviarias se vieron afectadas por el terremoto.