El valle de Cachemira, conocido como "El paraíso en la tierra" por sus espectaculares paisajes y sus ríos melodiosos, ha sido hasta ahora más famoso en el mundo por la contienda entre India y Pakistán por la soberanía sobre el estado himalayo. Pero el terremoto del sábado, de 7,6 grados de magnitud en la escala de Richter, lo convirtió en un gran cementerio que lleva del cielo terrenal al infierno, con escenas desgarradoras por doquier.

Las autoridades paquistaníes afirmaron que los muertos superan los 30.000 sólo en la zona cachemira administrada por Islamabad, donde se ubicó el epicentro del movimiento.

En la capital regional, Muzaffarabad, un pueblo densamente habitado entre dos grandes ríos, se ha llevado la peor parte: las viviendas y los edificios públicos se han convertido en escombros.

Unos nueve millones de cachemires, la mayoría musulmanes, habitan la zona administrada por India, y otros tres millones residen en la zona paquistaní. También China controla una pequeña porción de territorio.

El estado de Cachemira se convirtió en contencioso entre Islamabad y Nueva Delhi inmediatamente después de que Gran Bretaña abandonara el subcontinente indio en 1947, dejando atrás a la India y a un recién nacido Pakistán de mayoría musulmana.

Cachemira es una región de vastas planicies como el valle de Srinagar o estrechos valles como el Nilum, rodeado de cumbres nevadas de 5.000 metros de altura. El glaciar Siachin es conocido como el campo de batalla más frío y alto del mundo, en el norte de Cachemira, donde el congelamiento y el aislamiento se han cobrado más vidas que las balas enemigas.

Los valles de Cachemira recibieron su apodo de "paraíso terrenal" por sus picos y montañas, cubiertas por pinos y álamos. Fueron una gran atracción turística hasta 1988, cuando estalló el enfrentamiento entre los separatistas musulmanes y el Ejército y las fuerzas paramilitares de la India.

La violencia también ha perjudicado gravemente a la agricultura y la industria artesanal, las principales fuentes de ingreso después del turismo.

Ondia y Pakistán han iniciado un proceso de diálogo que incluye la cuestión cachemira. Pero existen dudas sobre las posibilidad de un acuerdo: India sigue reclamando la región como "parte integral" de su territorio, mientras Pakistán exige un plebiscito con el apoyo de la ONU.

Hasta entonces, el futuro del "paraíso terrenal" parece incierto, y más tras las terribles sacudidas del terremoto del sábado, considerado ya la peor catástrofe natural sufrida nunca por Pakistán, y que tuvo en los disputados valles de Cachemira su epicentro.