El fraude del IVA, que presuntamente practicaba de forma masiva el conglomerado de empresas investigado en Mallorca, consiste a grandes rasgos en reclamar a Hacienda la devolución del impuesto por unas transacciones comerciales en las que no se ha abonado. Estas operaciones de compra-venta a nivel internacional pueden ser reales, pero también se han dado casos en los que los defraudadores utilizan contabilidad falsa para reclamar las devoluciones por transacciones ficticias.

No es algo nuevo, ni mucho menos. Las fuerzas de seguridad han realizado en los últimos años varias grandes operaciones contra redes empresariales que practicaban este fraude a gran escala, y que se saldaron con decenas de personas detenidas.

En julio del año pasado la Policía Nacional desarticuló en Madrid una banda especializada en el fraude a gran escala del IVA mediante operaciones ficticias de compra de componentes informáticos, según publicó el periódico Cinco Días.

Estas investigaciones, que se desarrollaron durante más de dos años, concluyeron con la detención de más de treinta personas vinculadas a la trama.La organización constituía múltiples sociedades instrumentales por medio de extranjeros que permanecían sólo unos días en España, tiempo en el que conferían plenos poderes en las empresas a dos de los detenidos. Estas empresas simulaban realizar transacciones comerciales, que servían a los estafadores para solicitar significativas devoluciones indebidas del IVA.

En los meses anteriores, en otras dos operaciones, fueron desarticuladas otras dos organizaciones que habrían defraudado 225 millones de euros con la compra-venta de casi 20.000 automóviles de alta gama en Madrid, Navarra y Guipúzcoa.