Ocho de los incendios que afectaron a 14 de los 18 distritos de Portugal no pudieron ser controlados ayer. Los más preocupantes se sitúan en la región de Algarve y en el Parque Natural Peneda-Gerés, cerca de la frontera con España, según informaron los bomberos portugueses.

En la región turística de Algarve, un violento incendio se extendió por la Sierra de Caldeirao y afectó a los municipios de Loulé y Silves, y se propagó a la zona colindante con el distrito de Alentejo, informó el comandante de los bomberos Antonio Santos, del Centro Nacional de Operaciones de Socorro.

Para combatir este fuego en Algarve, fueron desplazados a la zona 150 bomberos, apoyados por 30 vehículos.

En la misma región de Algarve, fue controlado el fuego que desde varios días antes arrasaba la Sierra de Monchique, pero en la zona se mantienen 80 bomberos, ya que se teme que el viento pueda reavivar las llamas y propagarse de nuevo en la región.

Parque natural

En el Parque Natural Peneda-Gerés (norte), cerca de la frontera con España, los medios aéreos no pudieron entrar ayer en acción debido a la neblina que cubría el área del incendio, en zonas escarpadas a las cuales no tienen acceso los bomberos ni los medios terrestres.

Otros dos fuegos arrasan desde hace varios días la región de Vila Real (norte), aunque los bomberos afirmaron que ayer por la noche no ofrecían peligro para las áreas pobladas.

En el distrito de Braganza (norte) seguían activos otros dos incendios, así como también en la región de Viseo, cerca de 300 kilómetros al norte de Lisboa.