Un hombre de 43 años aceptó ayer una condena de seis meses de prisión y ochenta días de trabajos para la comunidad al admitir su culpabilidad sobre los delitos de allanamiento de morada, amenazas continuadas y quebrantamiento de una orden de alejamiento de su ex compañera sentimental.

Para celebrar este juicio se había convocado un jurado popular, pues es el método que prevé la Ley para enjuiciar a un acusado de allanamiento de morada. Aún así, la vista no llegó a celebrarse porque el procesado aceptó los hechos a cambio de una rebaja de la condena que se le quería imponer inicialmente.

La denuncia se remonta al pasado mes de enero de 2003, cuando la compañera sentimental del acusado decidió separarse de él. Ante esta opción, Pascual B. se enfadó y varios meses más tarde, concretamente en noviembre del año pasado, y con motivo le la formalización de la ruptura conyugal, asió un cuchillo y simuló clavárselo a sí mismo, a la vez que les pedía a su esposa y a una hija de ésta que lo apuñalaran. Posteriormente amenazó de muerte a la mujer con el arma blanca.

Al día siguiente ambos tenían que acudir al juzgado donde se les tenía que notificar una orden de alejamiento motivada por las continuas amenazas. Una vez realizado este trámite, ambos se fueron a sus respectivos hogares, aunque el acusado acudió horas más tarde al domicilio de la mujer, accedió a la terraza, rompió una cristalera y penetró en el interior, donde estaba la mujer.

Ambos empezaron a hablar y el acusado se puso muy nervioso, con lo que agarró a la víctima y la arrinconó en una esquina impidiéndole la salida de la casa a la vez que le advertía que "lo iba a pasar muy mal" y le tapaba la boca para evitar que gritara.

El hombre siguió en esa actitud durante un largo rato y sólo paró cuando una patrulla de policías accedieron al interior y lo detuvieron en la galería de la casa cuando trataba de fugarse.

Este hombre ya había sido condenado en cinco ocasiones por delitos contra la seguridad del tráfico.

La vista de ayer no llegó a celebrarse, con lo que se evitó toda la tramitación que supone un juicio con jurado popular.