El ministerio fiscal solicitó una pena de tres años de prisión y una indemnización por daños morales de 6.000 euros para un hombre de Sóller acusado de abusar sexualmente de su hija cuando ésta tenía tres años. El procesado, por su parte, negó rotundamente las acusaciones y apuntó que la denuncia viene motivada porque la madre de la menor pretende quitarle la patria potestad.

La acusación particular, ejercida por el letrado Carlos Portalo, pidió la misma condena en cuanto a los años de cárcel, aunque elevó a 12.000 euros la indemnización para la víctima en su escrito de calificación provisional.

El juicio empezó ayer en los juzgados de Vía Alemania de Palma, aunque la falta de tiempo impidió que todos los testigos propuestos pudieran declarar, con lo que la vista continuará el próximo día 26 de este mes, según informaron fuentes judiciales.

Los hechos se remontan a finales de 2001, cuando los padres de la pequeña ya llevaban más de un año separados.

Según las acusaciones, la niña sufrió un cambio de conducta, hecho que preocupó a su madre y a sus educadores, con lo que decidieron llevarla a una psicóloga.

Esta especialista intuyó que la menor habría podido ser víctima de abusos sexuales y aconsejó a la madre que se pusiera en contacto con un abogado para que denunciara los hechos.

En su declaración, la progenitora explicó que inicialmente no creyó que su ex marido hubiera podido abusar de la niña, aunque posteriormente se fue convenciendo hasta que decidió exponer sus sospechas ante la justicia.

Durante la jornada de ayer prestó declaración el psicólogo forense que se entrevistó con la menor. Este perito explicó que la niña le había dicho que su padre "le hacía cosas muy feas" y que "no las podía contar a nadie, ni siquiera a su madre", a la vez que se tapaba los ojos.

Este experto apuntó que es "muy posible" que los hechos relatados por la fiscalía sean ciertos.

El padre del acusado también declaró ante el tribunal. Este hombre explicó que la relación con su nieta siempre había sido buena y que su hijo jamás había abusado de la pequeña.

El abuelo de la menor agregó que los problemas empezaron cuando su hijo, ya separado, inició una relación con otra chica; pues hasta ese momento los vínculos con la madre de la pequeña habían sido óptimos.