ESTAFAS 'ONLINE'
"Se ganan tu confianza": así funciona la "matanza de cerdos", la criptoestafa que atrapa a mayores de 60 años
Los estafadores logran ganarse la confianza de los inversores repartiendo ganancias tras su primera aportación

Vista de uno de los anuncios en la red social X donde se publicita uno de los engaños con criptomonedas usando la imagen de Elon Musk. / EL PERIÓDICO
A menudo el anzuelo son mujeres asiáticas o de Europa del Este de buen ver, 'influencers' o personas famosas como Elon Musk. Aparecen en anuncios de Facebook, Twitter o en el propio WhatsApp de la víctima en grupos creados con multitud de números de teléfono. Prometen rendimientos extraordinarios en poco tiempo invirtiendo en criptomonedas, un mundo que a la mayor parte de los mortales le resulta ajeno, sobre todo a los mayores de 60 años, las víctimas preferidas por la estafa de 'pig butchering' (la matanza de cerdos).
Se trata de un tipo de fraude de inversión en el que se atrae gradualmente a la víctima para que haga contribuciones crecientes a una supuesta inversión sólida antes de que el intermediario desaparezca. El nombre alude a la práctica de engordar a un cerdo antes de sacrificarlo. Un delito informático en aumento en España dentro de la ciberdelincuencia, que ha crecido un 14,2% en el último año, según el Ministerio del Interior.
"Estas estafas no van de criptomonedas. En verdad son engaños de siempre adaptados a internet. Hay que recordar siempre que nadie regala beneficios inmediatos, pero muchos estafados creían que lo que les prometían era verdad", señala Víctor López, abogado de HLO, especializado en delitos informáticos.
"Las estafas las cometen organizaciones criminales, muchas de ellas radicadas en países asiáticos, que suelen usar teléfonos del Reino Unido [son números difíciles de rastrear]", comenta Ricardo Oliva, abogado experto en regulación de los criptoactivos y en criptoestafas transnacionales que es socio director de la firma Algoritmo Legal, que recientemente logró recuperar 120.000 euros de una criptoestafa a un cliente sueco residente en Málaga.
"Se ganan la confianza poco a poco"
Fue un engaño 'pig butchering', como suele ser habitual. A la víctima le ofrecieron invertir, lo hizo (con mil euros), y le dieron de beneficio en un primer término una alta cantidad. "Se ganan la confianza poquito a poco, les devuelven dinero invertido y le presentan rendimientos falsos", asegura Francisco Jiménez, de Zaballos Abogados, especializados en criptoestafas.

Una internauta utiliza la aplicación Kraken para invertir en criptomonedas, en Madrid. / EUROPA PRESS
"En algunos casos, cuando consiguen un nivel de confianza pleno, le piden acceso a la víctima a su ordenador con un programa remoto [a través de la aplicación anydesk], y desde ahí siguen sacando dinero o pidiendo créditos", añade López. En este caso, el ciudadano sueco fue invirtiendo sucesivamente sin poder recuperar el dinero hasta que alcanzó la cifra de 120.000. "Les dicen que para recuperar el dinero hay que pagar los impuestos de ese país", aprecia Jiménez.
Tras creer ser víctima de un engaño, el estafado acudió a Oliva, que rápidamente encargó un informe pericial a un ingeniero informático –su precio ronda los 1.500 euros en algunos casos–. "El delincuente había hecho numerosas transferencias de la supuesta cartera del cliente a otras carteras para dificultar la trazabilidad", relata Oliva.
La clave de la investigación es la cartera final adonde va el dinero robado. Si está en un 'exchange' –una suerte de bolsa de valores cripto– alojado en la Unión Europa es más fácil recuperarlo, pero si está en otro país o llega a un 'pendrive' o 'metamask' –conocido como billetera fría– las posibilidades se reducen muchísimo y en el último caso "son cero".
La Policía hace su propia investigación y si el exchange está en la UE envían un requerimiento para bloquear el dinero
"La Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) es muy rigurosa", razona Oliva, que con el informeey el estudio de todas las carteras y documentación de la supuesta plataforma donde había invertido su cliente interpuso la pertinente denuncia -ante la Policía Nacional o la Guardia Civil- y acudió al juzgado. "La Policía hace su propia investigación y si el exchange está en la UE envían un requerimiento para bloquear el dinero y remiten sus informes al juez".
Lo más complicado es el paso posterior, que es el traspaso a ORGA, la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos del Ministerio de Justicia, que también tiene que ser autorizado por un juez. "Muchos 'exchanges' te dan largas, a veces hacen falta comisiones rogatorias", señala el abogado, que precisa que si el fondo de valores está radicado en lugares como Hong Kong, Arabia Saudí, Islas Vírgenes, Costa Rica o Singapur, entre otros, hay que contratar a un abogado de esos países. "En muchos no hay tratados bilaterales".
En el caso de la estafa citada, el 'exchange' operaba en paraísos fiscales, pero tenía una de sus sedes en Malta, lo que facilitó la recuperación del dinero. "Durante el proceso conocimos la identidad del estafador, era vietnamita", relata Oliva, que como el resto de abogados especializados en cripto insiste en que la rapidez en denunciar es clave. "En cuanto tengas la sospecha, hay que denunciar", añade López.
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