Yumee, el cruce entre la cocina japonesa y la marroquí
La chef Ahlam Bahri está al frente de este restaurante del Port d’Alcúdia que ofrece un viaje de sabores, texturas y aromas inolvidables

Ahlam Bahri, chef del restaurante Yumee, en el Port d'Alcúdia / Gabi Rodas
Ahlam Bahri defiende la fusión y los sueños. Esta joven chef nacida en Marruecos hace 29 años y afincada en Mallorca desde que tenía 14 abrió el año pasado su propio restaurante de sushi con inspiración marroquí en el Port d’Alcúdia. Se llama Yumee, que significa “sueños” en japonés, al igual que su nombre Ahlam, en árabe, y en él se pueden encontrar auténticas delicias como el tartar de salmón marinado en salsa ponzu y naranja casera, kumquat confitado con canela, huevas de ikura y gambas crujientes; o el tajine de ternera tradicional agridulce de Marruecos, cocinado a baja temperatura, con ciruelas confitadas en salsa teriyaki, almendras, masago arare y pan casero de Khobz.
“La fusión está de moda”, afirma Bahri, que encuentra el placer en la mezcla de platos asiáticos con la cocina marroquí y el producto mallorquín. “La japonesa es una cocina maravillosa que se puede combinar con otras muchas cocinas de diferentes países, como la peruana o la mallorquina, por ejemplo, haciendo un sushi con sobrasada”.
La cocina en su ADN
Bahri tenía que ser chef, estaba escrito. Natural de Guercif, ciudad situada al norte de Marruecos, cerca de Nador, creció entre fogones y fiestas. “Una de mis tías es cocinera y trabajaba para bodas y eventos, con mis padres. El aroma del cordero a la brasa es uno de mis primeros recuerdos. Poco a poco mi madre me enseñó a hacer pan casero, pero donde aprendí a cocinar en serio es cuando mi madre vino a Mallorca. Ella fue mi primera maestra en la cocina”, subraya.

Ahlam Bahri, con el tradicional tajine / Gabi Rodas
Sa Pobla fue el pueblo que la acogió y Bahri se integró muy rápidamente. Aprendió catalán y castellano, y hoy habla cinco idiomas. “Lo primero que me sorprendió fue es que la cocina mallorquina es muy similar a la marroquí. Los árabes estuvieron en Mallorca muchos años antes, y ahí está la explicación. En la cocina marroquí hay platos muy similares a la escalibada o el tumbet”, asegura.
Ganadora de diferentes concursos
Antes de abrir Yumee, Bahri trabajó en diferentes hoteles de Mallorca, en un restaurante japonés y en otros de alta cocina. “Empecé a aprender sushi por mi cuenta, a través de cursos. En el hotel trabajaba por las mañanas y por la tarde iba a restaurantes de alta cocina para seguir aprendiendo. Ahí descubrí otro mundo de cocina, más profesional, y dado mi interés por ella me recomendaron ir a estudiar a la Escola d’Hoteleria”, comenta.

Arroz con leche cremoso de coco, cardamomo y pistachos / .
Su originalidad y talento le ha llevado a ganar diferentes concursos, como el de Cooperatives Agroalimentàries Illes Balears, certamen que se llevó gracias a un plato de cuscús con cordero mallorquín, o el campeonato del mejor tartar gourmet de Mallorca 2023 organizado por Horeca. “Ganar un concurso siempre te abre puertas. Demuestras tus habilidades, tu pasión, y mucha gente te llama para ir a trabajar con ellos”, confiesa.
La cocina entendida como arte
En Yumee manda la pasión. “Cuando estoy aquí soy feliz, aquí paso horas y horas, incluso hay días en que me quedo a dormir. Disfruto estando en mi restaurante. Soy muy creativa, y cada día elaboro mis propias salsas, mis propios platos, los pruebo y los doy a probar. La cocina, a mi modo de entender, es un arte. Para mí, un plato es un cuadro”, defiende.

Tartar de salmón marinado en salza ponzu y naranja casera, kumquat confitado en canela, ikura y crujiente de pan de gamba / .
En Yumee ha querido transmitir y expresar a sus clientes su interpretación de la cocina japonesa y marroquí desde las técnicas y métodos tradicionales, pasando por combinaciones de sabores, texturas y aromas, con el paso por diferentes cocinas en su trayectoria profesional. Viajar a Japón le cambió la vida, le permitió conocer la cocina japonesa callejera, tradicional, también la de vanguardia, “todo tipo de cocinas. Resultó ser una gran experiencia, y de allí me traje muchas ideas”, reconoce.
¿Qué tienen en común dos cocinas a priori tan diferentes como la japonesa y la marroquí? “Las especias y los sabores intensos. El dulce y el salado. La comida dulce salada es el plato estrella de la cocina marroquí, como una pastela, que lleva pollo dulce con almendras, azúcar y canela”, afirma la chef, que propone con Yumee un viaje de sabores, texturas y aromas inolvidables.

Sushi roll langostino rebozados en panko, cebolla encurtida, vieiras, salsa de apio, jengibre y algas crujientes / .
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