DANA en Valencia
Una catástrofe que pone a prueba a las administraciones
Los recursos movilizados por Gobierno, Generalitat y la Diputación de Valencia superan los 18.500 millones
Los afectados ya han recibido casi 2.000 millones en ayudas directas

La reconstrucción es una prueba de fuego para las administraciones públicas que ya han movilizado más de 18.500 millones / Francisco Calabuig
Lluís Pérez
Casi tres meses después de la riada, la provincia de Valencia prosigue con la reconstrucción necesaria tras sufrir la peor catástrofe natural de la historia de España, cuyo balance de víctimas mortales asciende a 224 personas. Una situación extrema requiere de medidas extraordinarias. A pesar de los extensos trámites burocráticos y los tiempos del pago de las ayudas, no cabe duda: las administraciones públicas han desplegado un paquete económico y social sin precedentes con más de 18.500 millones movilizados para la reconstrucción entre el Gobierno central, la Generalitat Valenciana y la Diputación de Valencia, a lo que habría que sumar las aportaciones de entidades privadas, como los 35 millones de Juan Roig, o las aportaciones particulares a entidades. La Fundació Horta Sud, por ejemplo, ha conseguido recaudar más de 850.000 euros para el tejido asociativo.
La calificación de respuesta inaudita es en lo poco que coinciden los presidentes Pedro Sánchez y Carlos Mazón, aunque en referencia a su propia gestión. El socialista calificó el jueves, en su visita a Valencia, algunas de las medidas del Gobierno central como "inéditas", al ser "desarrolladas por primera vez", como los anticipos de la Agencia Tributaria, testados para futuras crisis. El Ejecutivo ha movilizado, hasta el momento, un total de 16.600 millones de euros, según el portal oficial habilitado para informar sobre las ayudas ante la DANA. Por poner la cifra en contexto, es más de la mitad del presupuesto de la Generalitat Valenciana para el ejercicio 2024. Por su parte, el popular tildó los más de 1.300 millones movilizados por el Consell, 854 en ayudas directas, como "la mayor movilización de fondos públicos y recursos de toda la historia" de la Comunitat Valenciana.

Coches en una campa de Benetússer esta semana. / Daniel Tortajada
Más allá de la visión presupuestaria, la reconstrucción se ha visibilizado en otras cuestiones más perceptibles. La creación de una variante en el tramo hundido del baipás en solo quince días, la reapertura de las carreteras afectadas en pocas semanas, la construcción de una tubería de cinco kilómetros para conectar de nuevo la red de alcantarillado de l’Horta Sud con la depuradora de Pinedo son algunos de los ejemplos. Pero la dimensión de la afectación obliga a seguir trabajando, tres meses después, a un ritmo vertiginoso, con la retirada de 5.000 coches diarios de las campas o con la extracción de una cantidad diaria de vertidos equiparable a 10 estadios de fútbol.
"Sería ideal tener una ventanilla única y no ir en persona a cada lugar"
La tramitación de las ayudas se ha convertido en una odisea para la mayoría de personas afectadas, que se enfrentan a varios problemas: colas eternas, visitas presenciales a varios puntos, trámites informáticos que no funcionan correctamente y la necesidad de presentar documentación perdida entre el fango y el agua. "Es bastante complicado", explica José Escudero, vecino de Paiporta, quien ha asistido a varios de sus vecinos, de mayor edad, a realizar los trámites. Tres meses después, cuando aún sigue solicitando cada ayuda que se anuncia, debe pedir permisos en el trabajo para ir a presentarlas y echa en falta "una ventanilla única" donde entregar y tramitar las ayudas de todas las administraciones públicas simultáneamente. "Sería lo ideal -, reconoce-. He tenido que pedir cada una en un sitio diferente y perder horas de trabajo". Escudero resalta la ayuda prestada en el Ayuntamiento de Paiporta: "Pese al desastre, la funcionaria tardó 10 minutos en hacer el trámite".
En Benetússer, Jesús Oviedo explica que el consistorio ha habilitado un espacio para ayudar a tramitar todas las ayudas, independientemente de la Administración a la que se dirijan. "En este sentido, no es criticable", afirma. Sin embargo, coincide con José en admitir que cada paso en la tramitación, cada nueva solicitud implica "colas, colas y más colas». Él es uno de los tantos ciudadanos que se ha enfrentado a los problemas técnicos de los trámites telemáticos -"la mayoría de portales electrónicos da problemas", confiesa- y a las líneas telefónicas sin respuesta. También a la necesidad de recopilar documentación que no tiene al alcance: "Te piden muchos papeles que se han ido y ¿dónde vamos a buscarlos?", se pregunta.
Lejos de la normalidad
Y, aún así, la situación actual de muchas localidades dista mucho de la normalidad deseada. En estas tareas ha sido también importante la aportación del ente provincial, con un presupuesto directo de 150 millones, sin contar las líneas de ayudas para los municipios. De ellos, 10,9 millones se han destinado a la contratación de empresas especializadas en la limpieza de los garajes, cuyos trabajos acabarán el próximo día 31. A lo ya movilizado, se sumó el jueves la ayuda de 1.700 millones anunciada por Sánchez, tras reunirse con los alcaldes de la zona cero, para los gastos de reparación de las infraestructuras municipales y la red de saneamiento.

Trabajos de limpieza en un garaje de la zona cero. / Germán Caballero
El reto es mayúsculo para las administraciones públicas, pero también para las familias, para las personas afectadas, que han de afrontar su propia reconstrucción: la de sus casas, la de sus medios de transporte, la de sus empresas o plantaciones agrícolas, entre muchos otros aspectos. Y ahí también las administraciones públicas están prestando apoyo en forma de ayudas directas, las cuales se están abonando a un ritmo menor del deseado y de forma desigual entre los afectados.
En la misma calle de Benetússer, Jesús Oviedo aún no ha percibido ninguna de las solicitudes presentadas y, en cambio, tiene vecinos que ya han recibido el pago de varias de ellas. "La gente quiere que le paguen", afirma. A tres kilómetros de distancia, en la localidad vecina de Paiporta, José Escudero califica el ritmo de "muy despacio, va muy mal". A todos ellos, Sánchez trató el jueves de darles un mensaje: "Estamos haciendo todo lo posible para pagar cuanto antes y paliar los daños", explicó, a la vez que reconoció que la "velocidad se ha intensificado en las últimas semanas".
La percepción personal de cada afectado es propia e individual, pero la objetividad está en las cifras. Desde el anuncio del primer paquete de ayudas del Gobierno central, el 6 de noviembre, las diferentes administraciones han abonado casi 2.000 millones -concretamente, 1.885- en ayudas directas a empresarios y particulares. En estos 79 días, la cantidad media diaria es de 23,68 millones.
Por administraciones
El pago de las ayudas ha sido un asunto de confrontación entre la Administración central y la autonómica. El president Mazón ha defendido, en reiteradas ocasiones, que las ayudas de la Generalitat Valenciana son "sin impuestos", a diferencia de las estatales. Y el Gobierno, a través de Pilar Bernabé, le ha pedido acabar con "la campaña de bulos y falsedades" al respecto y no "asustar" a los demandantes.
Nuevamente, la eficacia del pago se demuestra en las cifras -son datos objetivos- ofrecidos por cada nivel de la Administración. El Gobierno central ha recibido un total de 363.232 solicitudes de ayudas a 24 de enero -el número de trámites presentados sigue creciendo, pero a un ritmo mucho menor; solo 6.000 en los últimos siete días- y ha finalizado 154.204 de ellas. Son cuatro de cada 10 presentadas, al representar el 42,45 % del total. La cifra total abonada alcanza los 1.681,9 millones de euros. La gran mayoría, el 79 %, corresponde a los pagos del Consorcio de compensación de seguros, que asciende a 1.329 millones. En cuanto a las ayudas a empresas y autónomos presentadas ante la Agencia Tributaria, inéditas hasta ahora, el importe abonado es de 291,3 millones.
Un bajo porcentaje
La percepción ciudadana expresada por Escudero puede ser por el abono de solo el 5,24 % de las ayudas directas para paliar daños personales y materiales, como los hasta 72.000 euros por fallecimiento e incapacidad o los 60.480 euros máximos por la destrucción total de la vivienda. En este apartado, solo 2.096 de las 39.934 solicitudes presentadas se han recibido. De ellas, solo 62 han sido en concepto de ayudas por deceso de un familiar, con un importe total de 4,8 millones.
Pese al bajo porcentaje de ayudas percibidas por las familias, el Gobierno ha mantenido la transparencia de la tramitación de las ayudas en el portal específico para ello en la página web de Moncloa, con una actualización diaria de los datos, incluso en jornadas festivas. En contraposición, la Generalitat actualiza sus propias líneas de ayudas a través de las declaraciones y comparecencias tanto del president Mazón como de la vicepresidenta primera y portavoz del Consell, Susana Camarero; por lo que es imposible seguir el reajuste diario de los datos.

Colas en Catarroja para solicitar las ayudas a los vehículos del Consell en el primer día de recepción de peticiones. / Miguel Angel Montesinos
Según las cifras ofrecidas en las Corts la semana pasada, la Generalitat ha abonado 211 millones a 60.378 de las solicitudes presentadas. Los representantes del Consell sacan pecho de su presteza, pero a nadie se le escapa que el volumen a gestionar es menor al desplegado por el Ejecutivo. De esta cuantía, 101,9 millones corresponden a los 6.000 euros para bienes de primera necesidad, de los cuales los afectados han percibido el 51 % de las solicitudes; 52,9 millones para empresas y autónomos con empleados, el 82 % de las peticiones; 39,9 millones para autónomos sin trabajadores, de las que se han abonado el 100 %; y 9,1 millones en ayudas al alquiler.
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